Aceite de palma, ¿el enemigo de tus músculos?

Y parece ser que esta grasa no es solo mala para tus músculos, va mucho más lejos, te contamos su influencia negativa

Domingo Sánchez

Aceite de palma, ¿el enemigo de tus músculos?
Aceite de palma, ¿el enemigo de tus músculos?

Los estudios parecen claros, tampoco los deportistas estamos protegidos sobre las influencias negativas de esta grasa sobre la salud y la mejor recomendación es evitar su consumo lo máximo posible. Te explicamos por qué puede ser tan perjudicial este aceite tan polémico últimamente para que no te invadan las dudas:

Primero fueron las grasas animales las que eran malas, después llegaron las grasas vegetales hidrogenadas y trans, para ahora finalmente parece ser el aceite de palma la grasa infiltrada más peligrosa. Los estudios realizados son claros en sus conclusiones: el aumento del consumo de aceite de palma está relacionado con unas mayores tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares en los países desarrollados.

El aceite de palma está compuesto por un 50% de grasas saturadas, mucho más que cualquier otro aceite, sin embargo, resulta muy interesante como estabilizador para las empresas a la hora de elaborar sus productos y sobre todo porque es muy barato. Una tonelada de aceite de oliva cuesta 3.500 euros, una de girasol, 900 € y una de palma, 650 €.

Al margen del impacto medioambiental, el incremento de esta grasa en los alimentos procesados industrialmente ha sido exponencial, pero ahora parece que la conciencia social y la sensibilidad ha provocado cambios en la legislación y el consumo, ahora no basta con incluir en sus ingredientes los ambiguos “aceites vegetales”, desde 2014, los fabricantes de la Unión Europea están obligados a incluir en sus etiquetas el origen botánico de las grasas vegetales que utilizan.

Sus ventajas en la industria es que aporta diferentes texturas: untuosa, cremosa o crujiente. Se mantiene sólido a mayor temperatura que el chocolate, por lo que es idóneo para dar consistencia a la bollería industrial, también consigue que margarinas y cremas se unten con mayor facilidad y también se usa en alimentos precocinados y panes para alargar la fecha de caducidad y hacer que se enrancien menos. Es por esta razón que muchos panes pueden conservarse durante muchos días.

Algunas marcas e incluso supermercados han decidido eliminarlo se sus líneas de producción para ser los primeros en mantener una imagen más saludable, sin embargo, otras empresas lo mantienen ya que si eliminan este aceite no conseguirían la misma textura, sabor y sobre todo precio.

¿Qué podemos hacer?

-Leer detenidamente la información nutricional de las etiquetas.

-Restringir al mínimo los productos procesados y acudir a los naturales.

-Sacrificar quizás precio por una mayor conservación por salud con un producto artesano.

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