"Se pierde un 50% de calor por la cabeza", ¿seguro?

La afirmación que dice que cerca de la mitad del calor corporal se pierde por la cabeza es un gran error, ¿sabes por qué?

Se pierde un 50% de calor por la cabeza, ¿seguro?
Se pierde un 50% de calor por la cabeza, ¿seguro?

La afirmación que dice que cerca de la mitad del calor corporal se pierde por la cabeza es un gran error. El origen de esta teoría data de la década de los ’50, con pruebas hechas por científicos del ejército de Estados Unidos exponiendo a sus soldados a fríos gélidos, con sus uniformes bien ceñiditos…y el ‘coco’ al aire. La idea se amplificó en 1970 por una edición de la 'Guía de supervivencia del ejército de los Estados Unidos' en la que se recomendaba cubrir la cabeza con temperaturas exteriores muy frías porque “se pierde del 40 al 45% del calor corporal por la cabeza". 

Lo cierto es que a 4° C bajo cero la mitad de la producción de calor puede perderse a través de la cabeza…porque las pruebas que remiten a estos resultados se hicieron con hombres vestidos y con la cabeza descubierta, ¿por dónde iban a perder el calor si no? A 15° C bajo cero el porcentaje puede llegar al 70%. Es tan absurdo el resultado de estos test como hubiera sido hacerlo con una persona con un buen gorro, botas, chaqueta y los pantalones bajados hasta las rodillas. Ningún científico ha evaluado cuánto calor se va por los genitales, pero seguro que en el caso de los hombres se pierde “un huevo”, perdonadme la tontería…

De todas formas, lo que sí es cierto es que la cabeza, además de llevar un cerebro dentro en la mayoría de humanos :-), tiene sus características propias que influyen en la pérdida de calor:

  1. Sobre la cabeza hay una capa de grasa de protección térmica más fina que sobre el resto del cuerpo, por eso nos salen michelines en la tripa y no en el cráneo, y por eso la naturaleza nos dotó de una bonita cabellera, que además de servir para resultar más atractivos a nuestra posible pareja, y para que los fabricantes de champú hagan negocio, nos vale para ralentizar la pérdida calórica. En la tercera edad esa capa de tejido adiposo es aún más fina y además con el envejecimiento se pierde pelo, por eso los mayores pueden sentir más frío en la cabeza.
  2. La vasoconstricción, mecanismo que evita la pérdida de temperatura corporal, en el cráneo es menos eficaz que en otras partes del cuerpo.
  3. Los recién nacidos tienen una proporción del tamaño de su cabeza respecto del cuerpo más grande que la de un adulto, así que es importante que usen gorro en tiempo fresco, aunque nosotros no sintamos tanto frío porque ellos pierden más calor por la cabeza que nosotros.

Volviendo al famoso experimento de los soldados americanos, si se replica con una persona desnuda la pérdida de calor corporal a través de la cabeza es de un 10% aproximadamente. Nuestro cuerpo responde a la pérdida de calor esencialmente de dos formas, con la vasoconstricción de las zonas más alejadas de nuestros órganos vitales, o sea manos y pies, y con microcontracciones musculares, cuando tiritamos. Estos mecanismos mantienen tu cerebro y órganos vitales recibiendo sangre caliente y deja a su suerte tus dedos de la mano y de los pies. La cara, cabeza y parte superior del pecho son más sensibles al frío que otras zonas, lo cual nos da la impresión de que al cubrirlas tenemos menos frío.

Fuente:

‘Hypothermia and cold stress’. Evan L Lloyd. Croom Helm, Kent. 1986.