¿Sabías que un buen rendimiento deportivo requiere cuidados dentales especiales? Este tipo de cuidados es tan importante para el rendimiento deportivo que la empresa de salud dental Vitaldent ha firmado recientemente un acuerdo con el COE para cuidar la boca de los deportistas de elite españoles y concienciarlos de la importancia de la salud dental para su rendimiento. Gustavo Camañas, Director Médico de Vitaldent, nos ha contado cómo debemos cuidar los deportistas nuestra boca:
- Visita al dentista cada seis meses, las caries e infecciones producen contracturas musculares incluso antes de que notes los primeros síntomas.
- Los problemas de mordida (mala oclusión) producen afectación del equilibrio y tensiones y contracturas en la zona cervical que terminan por afectar a todo el sistema muscular.
- Si el deportista padece una enfermedad periodontal, con la consiguiente ingestión de bacterias, se pueden producir infecciones secundarias periféricas en órganos principales e incluso problemas cardiacos de relevancia.
- Algunos deportes generan una mayor propensión a las afecciones bucales y requieren todavía mayores cuidados. Por ejemplo, practicar deporte en agua con cloro (natación, waterpolo…) puede interferir a largo plazo en el esmalte dental y en los deportes en los que existe riesgo de impacto (bici, deportes de equipo, deportes de contacto…) es recomendable utilizar un protector bucal personalizado, una férula que evite la rotura de los dientes si el impacto llega a producirse.
- Si te ves sometido a tensión, valora con tu dentista la utilización de una férula de descarga especial. Apretar los dientes conlleva un grave desgaste de la superficie dental e hipertrofia de los músculos de la masticación, provocando desde dolor a patologías secundarias o incluso bruxismo.
- Existen alineadores (ortodoncias) especiales que se pueden retirar para practicar deporte, aunque habría que estudiar cada caso para valorar las diferentes posibilidades.
- Si te falta alguna pieza es muy interesante que valores con tu dentista la colocación de implantes. Las ausencias dentales producen maloclusión dental y por tanto desencadenan problemas de masticación, contracciones musculares reiterantes, dolores de cabeza e incluso problemas de equilibrio.