En deporte estar en la zona lo entendemos como la capacidad de fluir. Un deportista que está en la zona y fluye está tan centrado en su ejecución que es capaz de desatender todo lo que ocurre en el exterior a través de la concentración máxima y del disfrute total. No está pensando en que finalice la carrera o que pite el árbitro el final del partido. Ese deportista está en lo que está: en el aquí y el ahora.
En la genial película "El guerrero pacífico" que cuenta la historia real de un atleta que se le lesiona y al que Nick Nolte, Sócrates en la película, acompaña en el proceso de recuperación, en un momento determinado le dice "Lo único que importa es esto, aquí y ahora. Cuando sepas hacerlo, te darás cuenta de lo bueno que eres y lo bien que lo haces".
Fluir y vivir el presente van de la mano. Los deportistas alcanzan su máximo rendimiento cuando son capaces de aislarse de la presión del entorno y de sus propias exigencias. No son estos los que alcanzan los resultados, sino las emociones, la pasión, la concentración y el estado de flujo.
Muchas son las personas que han experimentado esta sensación a través de su deporte, haciendo manualidades, cocinando, escuchando música, etc. ¿Qué actitudes o formas de pensar favorecen que aparezca el flow? Entrar en la zona y conseguir fluir depende de:
Definir metas claras, redactadas en función de la propia ejecución, no del resultado
Necesitas saber en qué te vas a centrar, qué deseas conseguir y cómo deseas hacerlo.
Darse feedback inmediato
Valorar la actuación, medirla, tener una forma de comprobar el esfuerzo o los objetivos que nos marcamos.
Prestamos atención al momento presente, ¿qué está pasando ahora?
Si tienes la atención en los errores cometidos, los minutos que te quedan de partido o los kilómetros que quedan de carrera, tu atención está en el pasado o en el futuro, pero no en el ahora. Centra tu atención en lo que estás viviendo ahora: el movimiento de tu cuerpo, tu respiración, tus sensaciones.
Disfrutamos de la experiencia
¿Qué te gusta de lo que estás haciendo? Igual correr es aburrido para ti, pero sí puede ser divertido la idea de ponerte a prueba, sentir cómo cada día te superas un poquito, concentrarte en la técnica de zancada, hablar con un amigo mientras corres, etc.
Necesitas una actividad que te desafíe y tener recursos para afrontarla
Busca un reto que te motive. Hay personas a las que bajar sus tiempos les presiona y les genera ansiedad. A ellas ese reto no les llevará al estado de fluir. El reto es aquello que tire un poquito más de ti pero que a la vez te haga sentir bien. Puede ser desde prepararte una carrera, bajar una talla de ropa, etc. Todo vale si a ti te estimula. No confundas las metas diarias con el reto. El reto es algo a más largo plazo. Son las metas diarias las que nos acercan al reto.
Más actividad, menos pensar
El estado de flujo te lleva a actuar sin pensar. Estás tan metido en tu actividad, en lo que haces y en lo que sientes, que no estás pensando en cómo. Estás completamente concentrado. Es como una pérdida de conciencia, pérdida del valor del tiempo, del cansancio, del hambre. Eso es estar en la zona. Estás completamente fusionado con lo que estás ejecutando.
Concentración máxima
Los deportistas que experimentan la sensación de fluir dicen que su nivel de atención es tan alto, que durante ese tiempo olvidan por completo los problemas que en el día a día les roban la paz y la serenidad. Pero que en ese momento, no existen. Para alcanzar este nivel de concentración es importante que te fijes en lo que estás haciendo, tu movimiento, tu propiocepción, el paisaje, los olores…fusiónate con los cinco sentidos.
Ejercer control
A las personas nos gusta sentirnos seguras y habitualmente lo que tratamos de hacer es de anticiparnos y tener todo bajo control. Querer control se escapa muchas veces de nuestras posibilidades, porque existen variables dentro del deporte que no dependen de nosotros. Pero ejercer control hace referencia a la parte en la que tú te involucras con tus recursos, a aquello que tú sí puedes realizar.
Fluir es una experiencia que todos deberíamos poder disfrutar alguna vez. Te animo a buscar esa actividad o afición que pueda despertártela y atraparte en ella. ¡Ojo, sin abuso!