Pese a que los alimentos ricos en hidratos de carbono aumentan la somnolencia, no recomiendan realizar cenas demasiado ricas en estos nutrientes (como un plato de arroz o pasta) porque vamos a estar inactivos durante muchas horas, por lo que no aprovecharemos su energía y podemos ganar peso.
Además, este tipo de platos suelen contener salsas difíciles de digerir, por lo que dormiremos peor.
Para aprovechar los beneficios que nos ofrecen los hidratos a la hora de conciliar el sueño sin caer en sus inconvenientes, nos proponen alimentos como el plátano, la miel o las verduras, que contribuyen a la producción melatonina y serotonina.
