Los lípidos son compuestos en los que se incluyen sustancias que nos resultan familiares como las grasas, los aceites y algunas más. Los lípidos más habituales en la dieta son los llamados triglicéridos y están formados por una molécula de glicerol que siempre es la misma y los que llamados ácidos grasos, que son los que cambian y hacen que este tipo de grasas tengan distinto aspecto y características. Hay otras grasas como los fosfolípidos, prostaglandinas y el conocido colesterol que pertenece al grupo de los llamados esteroles.
Las grasas son imprescindibles en nuestra vida y, de hecho, deben estar presentes en nuestra dieta en una determinada proporción. Además, contienen un tipo de vitaminas denominadas liposolubles, como son la A, D, E y K y que se encuentran en muchas de las grasas saludables.
En función de la presencia de un tipo u otro de ácidos grasos en las moléculas de triglicéridos, las grasas se clasifican en saturadas, insaturadas y "trans". Los ácidos grasos tiene diferente longitud en relación a sus cadenas de átomos de carbono y el número de átomos de hidrógeno que están unidos a ellas. Cuando los átomos de carbono de esas cadenas de los ácidos grados tienen todos los enlaces ocupados se dice que el ácido graso está saturado y cuando tiene uno o varios enlaces sin ocupar lo llamamos mono o poliinsaturado. La presencia de ácidos grasos saturados o no hará que una grasa sea saturada o no. Las grasas “trans” presentes en muchos productos industriales y prefabricados están sometidas a un proceso llamado de "hidrogenación" que las satura y las convierte en un producto no recomendable para la alimentación aunque muy extendido. Las grasas de origen animal suelen ser saturadas y las vegetales generalmente insaturadas.
La utilización de grasas en el deporte debe suponer entre 22-28% de la dieta. Deben ser grasas fundamentalmente insaturadas y hay que limitar mucho la presencia de las saturada, pero prestando especial atención en cubrir las necesidades de ácidos grasos esenciales (omega 3 y omega 6), que se encuentras en el pescado azul, aceite de oliva, frutos secos, etc.Eso sí, debemos tener presente que antes de la competición hay que limitar el consumo y no sobrepasar el 5-7%.
*El autor de este artículo, el Dr. Antonio Escribano Zafra, es médico especialista en Endocrinología y Nutrición, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte, profesor de Nutrición, Hidratación y Deporte en la Universidad de Navarra, Responsable de la Unidad de Nutrición, Metabolismo y Composición Corporal en la Real Federación Española de Fútbol, responsable del Área de Nutrición en la Federación Española de Baloncesto.
Participa en el programa "El Larguero" de la Cadena Ser y colabora en el programa de TV "Salud al Día" de Canal Sur Andalucía.
Autor de libros como "Aprende a comer y a controlar tu peso" y "Come bien, vive más y mejor" publicados en Espasa, ahora está escribiendo un libro nuevo de nutrición para deportistas.