Están presentes sobre todo en verduras, frutas, alimentos integrales, y no existen en las grasas saturadas, carbohidratos refinados y en algunos alimentos proteicos. Esta misma base saludable consigue como objetivo que se pierda peso.
Estos "amigos" nos ayudan a no envejecer y a mantenernos en forma y con vitalidad:
- Vitamina C: Presente en los cítricos, verduras de hoja verde y frutos rojos.
- Betacaroteno: En las zanahorias, tomates, perejil, yema de huevo.
- Vitamina E: En los cereales integrales, aceites vegetales y frutos secos.
- Selenio: Existe en los cereales, carnes y pescados.
- Zinc: Abunda más en los pescados azules, gambas y carne.
- Bioflavonoides: Abundantes en la soja.
- Cisteína y metionina: En las coles, frutos secos y coliflores.
¿Qué puedo comer?
Aguacates, coles, coliflor, brecol, zanahorias, frutos rojos, cítricos, espinacas, tomates, yemas de huevo, aceites vegetales, frutos secos, cordero, hígado de ternera, pescado azul, legumbres, marisco.
¿Qué tengo que eliminar?
Carnes grasas, mantequillas, bollería industrial, azúcar blanco, café, picantes, alcohol, etc.
Inconvienientes
- Es más lenta en tener efecto que otras dietas.
- Te obliga a una “vida monacal”: sin café ni alcohol.
Ventajas
- Es una dieta beneficiosa para tu salud: evita enfermedades, mejora el estado de tu piel y te da sensación de bienestar
- Efecto antienvejecimiento.
- Se puede mantener toda la vida.
Recomendaciones
- El proceso de preparación es importante: huye de los fritos y recurre al vapor, horno y plancha.
- Toma las verduras crudas si no te producen flatulencia.
- No la sigas si estás embarazada.