Nos encontramos ante un espacio de Interés Natural que se sitúa a las puertas del Pirineo Catalán, entre las comarcas del Solsonès y del Alt Urgell. Formado por las cordilleras de Odèn y de Port del Comte, cuenta con el Pedró dels Quatre Batlles, de 2.382 metros, como punto más alto. Gris y rojo impregnan un paisaje geológico en el que se combinan las grisáceas rocas calcáreas junto con los conglomerados rojizos, a cuya paleta natural hay que añadir el profundo verdor de los frondosos bosques de pino negro y prados naturales. Un espectáculo para la vista y también para los hambrientos de rutas senderistas.

La situación geográfica de este espacio protegido de las Serres d´Odèn-Port del Comte, a caballo entre la depresión central y los Pirineos, favorece la existencia de distintas especies animales entre las que destacan más de cien variedades de pájaros. Entre la fauna más representativa se encuentra el sapo, el urogallo, el rebeco y el águila real. También es posible observar con facilidad las cuatro especies de buitre que habitan en Europa: el quebrantahuesos, el buitre negro, el buitre leonado y el alimoche.
Dentro del espacio encontramos además la estación de esquí nórdico de Tuixent-La Vansa, donde se puede practicar esquí de fondo y raquetas, y que en esta época del año es un entorno ideal para la práctica senderista.

Mucho más que para esquiar
Tuixent-La Vansa es una estación de esquí de fondo situada en el macizo del Port del Comte, en la comarca del Alt Urgell, en un entorno natural de gran belleza y muy buenas condiciones de conservación de la nieve, que también dispone de circuitos de raquetas de nieve y que en estas fechas veraniegas cambia su característico blanco para ofrecernos un perfil ideal para hacer kilómetros de rutas y disfrutar de las espectaculares panorámicas del Pedraforca, la sierra del Verd y la sierra del Cadí.

Sus pistas atraviesan la zona entre el Pla de l’Arp y el Prat Llong, con un recorrido total de más de 32 kilómetros. Dispone de itinerarios para todos los niveles de esquí cuando es temporada, desde la iniciación hasta los usuarios avanzados. El recorrido más largo llega a los trece kilómetros de distancia y también cuenta con 15 kilómetros de circuitos señalizados para raquetas de nieve, con dificultades y distancias variables. En verano todas estas posibilidades están a merced del buen senderista que busca sumar kilómetros en un entorno natural precioso y poco transitado.
Un paraíso para escalar
¿Sabías que entre el Pirineo y las Tierras de Lleida hay más de 15.000 rutas de escalada? Además del senderista, el aficionado a la escalada encuentra su paraíso particular (y prácticamente de forma ilimitada) a lo largo y ancho de toda la geografía leridana durante todo el año. Todos estos factores han hecho que sean miles los escaladores de todo el mundo los que decidan visitar la zona cada año. Si bien no se trata de destinos con mucha afluencia, por experiencia sabemos que no es extraño encontrarse por las zonas leridanas de escalada con algún deportista proveniente de Japón, Estados Unidos y Australia. Incluso hay algunos "pros" que han hecho de esta gran tierra su propia casa, como Chris Sharma, que figura entre los mejores a nivel mundial en escalada.
En este punto, es muy importante que seamos conscientes de que nos encontramos en un entorno "vivo" y cuyas excepcionales características naturales, geológicas y de biodiversidad debemos respetar. No olvides que somos visitantes de un entorno mucho más antiguo que nosotros y que, nuestro deber para que también las futuras generaciones puedan disfrutarlo es protegerlo, haciendo que nuestro paso por él sea lo menos nocivo posible. Ser respetuoso es una de las claves del decálogo del buen ecoturista que desde aquí recordamos, 10 puntos que todos deberíamos tener muy presentes antes de afrontar nuestras rutas en entornos únicos como este.

La ruta de escalada que mostramos a continuación nos la sugiere el mismísimo Chris Sharma, perfecto conocedor del entorno. Si se busca una zona de fácil acceso pero que, a la vez, no comprometa la tranquilidad a la hora de escalar, Chris recomienda acercarse a la Roca de Canalda. Se sitúa en Canalda, un pueblo del municipio de Odèn enclavado en el Pirineo, al norte de la comarca de Solsonès. Comprende cuatro paredes de conglomerado multicolor que nos ofrecen, a pesar de su fácil acceso, la posibilidad de unas tranquilas jornadas de escalada.
Otra de sus grandes bazas es que nunca ha sido un sitio muy frecuentado, por lo que no está masificado. Sus extraplomos, sus formaciones caprichosas y las típicas panzas que caracterizan la escalada canaldera harán que exijas a tus antebrazos un esfuerzo continuo. Además, ofrece vías largas, de hasta 300 m de longitud, para poner a también la resistencia y la capacidad mental.
Encontramos también varias excursiones que hacer durante todo el año alrededor de las paredes, donde hay varias cuevas llenas de historias: Coves dels Moros, Espluga de Melera, Ca l’Andreu y Ca la Rita. ¡Imprescindible para los que buscamos combinar una jornada senderista y escaladora!