Historias de los Juegos Olímpicos que inspiran

Pakistán logra una histórica medalla de oro, con una curiosa historia detrás

Gerardo Centeno García-Rodrigo

Arshad Nadeem (izda) y Neeraj Chopra (dcha)
Arshad Nadeem (izda) y Neeraj Chopra (dcha)

Para aquellos que no siguieran la prueba en directo podría resultar sorprendente el podio de la categoría masculina de lanzamiento de jabalina. ¿Un pakistaní, un indio y un atleta de Granada en los cajones? ¿Y récord olímpico? No parecen países de larga tradición en esta disciplina atlética… ¿cómo se impusieron a las habituales figuras nórdicas o del Este de Europa? Pues continuad leyendo, que la historia bien lo merece.

Arshad Nadeem (oro) y Neeraj Chopra (plata) han llegado hasta aquí de una forma que resume a la perfección lo que debería ser el espíritu olímpico. Ambos oriundos de países en los que el cricket es el deporte rey, practicaron el mismo desde la niñez. Con ello, obtuvieron unos automatismos en el lanzamiento de la pelota con el brazo que probaron en otro deporte. La arrancada del lanzador podría decirse que resulta similar, tan solo habría que modificar la postura corporal para arrojar una larga lanza en lugar de un pequeño esférico. ¿Fácil? Nada de eso, pero ellos se propusieron lograrlo. Nadeem comenzó en el modesto atletismo pakistaní en el año 2015 (tenía 16 años), y aunque progresó hasta lograr un subcampeonato mundial nunca disfrutó de ayudas de un Estado que llevaba más de tres décadas sin conseguir medalla en las citas olímpicas. En enero de 2024, Nadeem no tenía fondos para cambiar su vieja jabalina, con la que entrenaba desde hace casi diez años. Mil euros lo separaban del sueño de presentarse en París para cumplir un sueño. Chopra, su rival y amigo de India, conoció el hecho y se propuso ayudarlo iniciando una recogida de fondos. Las autoridades pakistaníes reaccionaron ante la vergüenza y se decidieron a sufragar los mínimos gastos del lanzador local. El plan del Chopra era poder batirse con el atleta del país vecino al más alto nivel, y lo logró. En París ambos consiguieron medalla y en sus naciones se declaró la fiesta. Esfuerzo, superación y compañerismo grabados en un histórico lanzamiento de 92,97 metros con notas de cricket. ¡¡Qué más se puede pedir a una medalla!!

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