"Egoísmo positivo" en la Behobia

Álex, uno de los fundadores de "Egoísmo Positivo", un proyecto que quiere integrar a través del running a personas con discapacidad en el mundo del deporte, nos cuenta cómo vivieron la Behobia San Sebastián desde dentro con una gran corredora: Raquel

Sport Life

"Egoísmo positivo" en la Behobia
"Egoísmo positivo" en la Behobia

 

En nuestra sección de "Héroes del deporte" de Sport Life ya os contamos la historia del movimiento "Egoísmo positivo", que es una fantástico ejemplo de cuánto puede (podemos) ayudar a la sociedad a través del deporte. Este domingo estos amantes del deporte y de la vida que forman "Egoísmo positivo" estuvieron en la Behobia y les pedimos que nos contaran la experiencia en primera persona. Aquí tenéis el relato de uno de los fundadores del proyecto, Alejandro Parreño, que junto al vídeo os ayudará conocer mejor este fantástico proyecto con el que puedes colaborar en

www.egoismopositivo.com
 

 

 

LA BEHOBIA DE RAQUEL

 

Por Alejandro Parreño de Egoísmo Positivo

Hace un tiempo nos planteamos asistir a la madre de todas las carreras. Te alegra, te anima y por supuesto te llena de adrenalina. Nos pusimos en contacto con la organización para comunicar que iríamos con una corredora en silla de ruedas, Raquel Sánchez. Ante una primera conversación, donde no quedó claro si podríamos asistir con ella y las respectivas personas que empujarían su silla, finalmente nos dieron dorsal y pudimos asistir a tan magna carrera.

Formamos un grupo de 6 personas, Raquel, Miguel y Rafa (representaban a MONRUNNERS), Ester (hermana de Raquel), Cuco (una figura inconfundible que con su disfraz de payaso reparte sonrisas) y un servidor, todos miembros del equipo Egoísmo Positivo que fundé junto a Jesús Oliver. A las 8 de la mañana estábamos frente a la puerta del autobús subiendo hacia un destino que nos apetecía conocer y disfrutar. Raquel bajo de su silla y con pasitos cortos, logró subir al autobús, su cara reflejaba la felicidad de una persona que disfruta corriendo, que es feliz y hace feliz a los demás practicando este deporte que tan de moda se ha puesto.

Al llegar a Behobia el ambiente era impresionante, todo lleno de corredores ataviados con sus mejores galas y listos para formar parte, un año más, de algo que realmente te marca como runner.

 

Raquel, con su hermana Ester y yo mismo, nos dirigimos al baño sorteando cientos de corredores, que nos miraban un poco extrañados y a la vez con cierta admiración, como preguntándose si esa simpática joven, que sonreía a cada paso, iba a correr también lo que para ellos era una dura carrera.

A las 10.20 sonó el disparo de salida del cajón rojo, delante de nosotros había unas 2000 personas que comenzaron a correr por las calles de Behobia. Raquel comenzó a escuchar los ánimos y los aplausos del gentío que, apostado en ambas partes de la carretera, animaban sin cesar, ella era el vivo retrato de la felicidad. Raquel respondía a esos aplausos con sonrisas y con más aplausos, el grupo que le acompañaba estaba atónito de ver la respuesta del público al paso de la silla de ruedas.

Nos adentramos en Irun y muchos corredores que pasaban por nuestro lado, comenzaron a animarnos y a desearnos suerte, la mayoría de ellos saludaban a Raquel, dándole la mano y diciéndole que era muy grande, ante este panorama, el equipo que acompañaba a Raquel, comenzó a sentir la comunión tan grande existente entre corredor y espectador. El equipo de Egoísmo Positivo empezaba a sentir la gran acogida de todas las personas que, de una manera u otra, estaban involucradas en la Behobia 2015.


Llegamos a la primera parte dura de la carrera, y subimos el "puerto" a un buen ritmo, seguimos recibiendo el aliento y ánimo de los corredores, algunos de ellos nos ayudan a tirar de la silla y subir esa fuerte pendiente que hacía tanta mella en los corredores. El calor comenzó a ser un lastre para todos, pero no para Raquel, que ese día era la mujer más feliz del mundo repartiendo sonrisas, saludos y ánimos a los propios corredores que pasan por su lado y la miran con gran admiración.

Tras recorrer los 17 primeros kms de la carrera y recibir el ánimo y el calor del público, llegamos a un momento muy emotivo, el reencuentro de Raquel con su padre Agustín y su hermana. Marina, fue un momento mágico, ahora toda la familia compartiría un sueño, seria partícipe de algo grande y bonito, los últimos  3 km hacia la meta estuvieron llenos de emoción, esfuerzo, Calor, amor y sobre todo compañerismo, entramos en la última recta antes de cruzar la meta, y ya a más de uno del grupo se le caía alguna lágrima. Franqueamos los últimos metros y nos fundimos en un abrazo, todo ello bajo la cariñosa mirada de la mamá de Raquel que no dejaba de hacer fotos y de vivir también ese mágico momento con todos nosotros.

El grupo se fundió un un profundo abrazo, consiguiendo algo más que terminar una carrera. Fue capaz de decirle a mucha gente que, todos, absolutamente todos, pueden participar y gozar de un acontecimiento como el que el pasado 8 de noviembre vivimos.

Ahora Raquel pregunta cuál es la próxima carrera con Egoísmo Positivo. Insiste en que ya se quiere apuntar a "Behobia 2016", así será, y no estará sola.

 Y además de la Behobia, también se apuntaron a la media maratón de Barcelona. No os perdáis el vídeo tan emocionante que nos dejan: