"Nunca he dejado, ni dejaré de ser deportista"

La nueva vida del campeón olímpico Cristian Toro

Fran Chico

La nueva vida del campeón olímpico Cristian Toro
La nueva vida del campeón olímpico Cristian Toro

El campeón olímpico Cristian Toro, 32 años, es la portada este mes con Reebok Fragancias & Personal Care de SPORT LIFE. Es todo un ejemplo de lo que refleja el logo de nuestra revista: la vida es el mejor deporte. Ha estado en lo más alto del deporte profesional, pero una vez dejada atrás la alta competición sigue viviendo con los valores del deporte.

¿Cómo recuerdas tu carrera deportiva?

Desde pequeño probé muchos deportes. Mi padre quería que cogiera la disciplina y otros valores que te da el deporte. Yo probé muchos, pero me enganchó el piragüismo porque podías sentir la naturaleza y ver lugares preciosos mientras que en otros deportes estabas encerrado en un pabellón. Quemé etapas muy rápido. Con 13 años ya fui concentrado por primera vez, con 15 ya competí con la selección y terminando mi etapa sub 23 ya era campeón olímpico.

¿Cómo fue la noche antes de la final olímpica de Río?

Esa noche y la siguiente fueron muy diferentes. La anterior estaba muy tranquilo, yo era muy joven y ya me había asegurado ser diploma olímpico que para mi era un sueño e iba a competir con rivales que yo había tenido en posters. Dormí sin problemas y salí a disfrutar es final. En cambio, la noche siguiente no puede descansar porque había estado un año haciendo trabajos de visualización en los que me veía ganando la final y toda la noche soñaba con la final y me despertaba, alterado, pensando “pero si ya he ganado”, y sólo me tranquilizaba cuando tocaba la medalla. Y así en bucle toda la noche.

Cristian Toro (4)
 

¿Qué es lo mejor y lo peor de tu vida deportiva profesional?

Lo mejor, el día a día con los compañeros. Yo tenía más habilidades que disciplina y constancia, y gracias a que tuve excelentes ejemplos en mis entrenadores y compañeros pude crecer. Lo peor, que tuve que exponerme muy joven, con 16-18 años a situaciones complicadas a nivel mental, pero también es cierto que forman parte del crecimiento de un deportista. Hoy no cambiaría nada, porque ese camino es el que me ha convertido en la persona que soy hoy.

¿Se siente uno vacío y desorientado cuando después de tantos años dedicados al deporte llega el momento de la retirada?

No ha sido mi caso. Yo tuve la despedida soñada. Cuando iba al Comité Olímpico al acto de mi retirada, conecté con ese chaval que salió tan joven de Galicia y hablaba con él y pensaba: “vas a alucinar con lo que vas a vivir, acabarás retirándote como campeón olímpico y en la sede del COE”. Además, yo no he dejado, nunca dejaré de ser deportista; terminó mi etapa profesional pero ahora seguiré viviendo el deporte como salud y también para ayudar a otras personas a lograr sus metas.

¿Planes de futuro?

Estoy opositando para ser bombero del Ayuntamiento de Madrid; me parece un oficio fantástico para cubrir una necesidad que tengo de ayudar a la gente, Además, tengo un proyecto con psicología, nutrición y otras herramientas de entrenamiento para ayudar a las personas a mejorar en lo personal y lo profesional. Pero más que para deportistas de elite, pensando para personas que nunca hayan hecho deporte.

¿Qué consejo darías a esas personas que quieren pero no consiguen iniciarse en una vida más saludable a través del deporte?

Que es normal lo que sienten. Esa inseguridad, miedo, falta de motivación… a las puertas de un gimnasio, a todos nos tienen que ayudar. Yo también tuve días que no quería entrenar. Hay que aprender no sólo a levantar una pesa sino a tener la motivación que te haga superar esa barrera inicial.

La nueva vida del campeón olímpico Cristian Toro