Cómo subir tu primer "cuatromil": nuestra experiencia en el Toubkal

El Toubkal es una de las mejores oportunidades para hacer tu primer “cuatro mil” gracias a que la dificultad técnica es baja, y que la física tampoco es mucho mayor

Yolanda Vázquez Mazariego y Fran Chico

Cumbre en el Toubkal: 4167 metros.
Cumbre en el Toubkal: 4167 metros.

Después de unos días de visita a Marrakech, dónde Yolanda participó en la Carrera de la Mujer de la ciudad marroquí, el lunes a primera hora nos fuimos para hacer una subida express a la montaña más alta del norte de Africa. El Toubkal es una de las mejores oportunidades para hacer tu primer “cuatro mil” gracias a que la dificultad técnica es baja, y que la física tampoco es mucho mayor (salvo que tengas problemas de adaptación a la altitud).

Es obligatorio ir con guía. Nosotros lo contratamos con un paquete que incluía además una noche con cena y desayuno en el refugio, que te lleven el equipaje en mula y el transporte ida y vuelta hasta Imlil, a poco más de una hora al sur de Marrakech (nosotros pagamos 120 € por persona). Allí, a 1.740 metros arranca la vía norte, que es la más habitual. La caminata hasta el refugio dónde pasas la noche (que está a 3.207 metros de altitud) es de 14’8 km. En esta parte lo más peligroso es que te cruzas continuamente con las mulas que suben equipajes. Lo mejor es que vas pasando por diferentes bares locales dónde puedes reponer agua o incluso que te hagan un zumo de naranja recién exprimido.

Porteadores con mulas refugio Toubkal
Los porteadores con mulas suben los equipajes hasta el refugio 

No tuvimos mucho tiempo para comprobar si se dormía bien en el refugio porque a las tres de la mañana ya estábamos desayunando y media hora después, a la luz de los frontales, iniciamos el asalto a la cima.

Unos meses después la nieve hace imprescindible el uso de crampones y piolet, pero nosotros no tuvimos más dificultad que las bajas temperaturas. ¿Perderse en la noche? Imposible. El camino está salpicado por las decenas de luces que llevamos los que vamos hacia los 4.197 metros del Toubkal. Llegamos poco antes de las siete, justo para ver el espectáculo del amanecer pero no tener un gran tiempo de espera que hubiera sido un suplicio con el frío que hacía en la cima. Las vistas es una de esas imágenes que se te quedan grabadas para siempre en la memoria. Estuvimos arriba poco más de media hora (tiritando). Tocaba bajar de tirón hasta Imlil, lo que nos llevó hasta las cinco y media de la tarde. Tras el regreso a Marrakech, y celebrar, con un buen tajín, la cima.

Camino y cascadas Toubqal
Camino y cascadas en la aproximación a la montaña