La centenaria vasca que va al gimnasio cada día

Si tienes algún amigo/a la que le quiere convencer para que vaya al gimnasio y te pone como excusa que no hay ido en su vida y se ve mayor para ese primer día, sólo le tienes que contar la historia de Iñaxi Lasa. Empezó a ir al gimnasio porque cuando tenía 93 años una cuidadora le regaló un bono.

iñaxi
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Ahora, ya con 100 años, esta guipuzcoana de Beasain pasa cada mañana dos horas en el gimnasio (no perdona ni los fines de semana), dónde la podemos ver haciendo fuerza, sus sentadillas, en la máquina de remo (su preferida), pedaleando… “Ir al gimnasio me da alegría y bienestar. Me pone de buen humor. No tengo dolores de nada. Y si me duele algo hoy, se me pasará mañana. En realidad, más que esperar los 100 años, he llegado a ellos, ya que he tenido siempre una vida muy activa: trabajando en el campo, cultivando la tierra, en la huerta, recolectando flores, con los animales… Más fuera de casa que dentro. Me siento contenta y agradecida. No pensé que viviría tanto, pero estoy muy bien”. Así de bien se explicaba Iñaxi en una entrevista en “La Vanguardia”.

Iñaxi, que ha superado un cáncer de mama, estuvo ingresada por el Covid y ha pasado operaciones de cadera, contó con la ayuda de un entrenador personal en su primera época en el gimnasio, aunque ahora ya entrena sola, con la supervisión su hijo Ignacio, con el que reside. Además del gimnasio Iñaxi cuenta lo importante que es caminar. “Después de comer da vamos a dar un paseo largo, por senderos llanos, porque me gusta mucho andar. Llegamos casi a los 6.000 o 7.000 pasos. Después, salimos a tomar el sol, cada vez que se puede”.

Sobre su dieta, Iñaxi destaca en el desayuno siempre toma fruta de temporada y buen puñado de nueces de la tierra. “Nos gusta comer lo que cultivamos, pero además, mis platos y productos favoritos son los huevos fritos, las legumbres, el tomate, siempre como una ensalada, algo de carne (principalmente, pavo) y fruta. A veces, una copita de vino, pero no muy a menudo. No tomo café y muy poco pan. Por la noche, ceno prontito, hacia las ocho, y  muchas verduras”.

Y lo que nunca hubiera podido esperar Iñaxi es que acabaría siendo una estrella en las redes sociales. Son miles las personas que la siguen en IG (@ninaiz55) o en TikTok dónde sube sus entrenamientos.

Como regalo final deja una reflexión de vida que haríamos bien todos en guardarla a buen recaudo. “Los 100 años son como una montaña, a la que se puede subir por varias caras; nosotros hemos elegido la cara de la actividad física y de cuidarnos. Paseamos, vamos al gimnasio, comemos bien y estamos en contacto con la naturaleza. Ahora, prácticamente, no vamos al médico; como dice mi hijo, la mejor medicina es el ejercicio- Aunque la vida no ha sido siempre un camino de rosas, he sido muy feliz, sobre todo cuando me casé y tuve a mi hijo”.