Carolina Marín da pistas su futuro cuando deje la competición

"Antes era como un toro miura, que iba con todo para delante, y a día de hoy, me pienso las cosas mucho", dice la campeona olímpica de 32 años

EFE

Carolina Marin
Carolina Marin

Madrid, 17 nov (EFE).- La jugadora de bádminton Carolina Marín, oro en Río 2016 y tricampeona mundial, afirmó este lunes que le gustaría ser entrenadora en un futuro para formar a los jóvenes a practicar este deporte y devolverle todos los éxitos que le ha reportado durante su trayectoria, además de dar charlas para servir de inspiración a gente a la hora de superar las adversidades. Marín explicó sus planes para cuando cuelgue la raqueta en su intervención en el foro de reflexión Metafuturo 2025, organizado por Atresmedia en el Ateneo de Madrid. "Uno de los objetivos de mi vida es ayudar a la gente a través de diferentes caminos, y uno es dar charlas sobre mi experiencia, mi vida. Otro camino es que quiero también ser entrenadora para ayudar a los futuros jóvenes. Me gustaría y me quiero implicar", comentó la jugadora onubense, de 32 años.

Respecto a su recuperación de la grave lesión de rodilla que sufrió en la semifinal de los Juegos de París del pasado año, cuando estaba al borde de clasificarse para la final, Marín no concretó cuándo volverá a competir, pero reiteró su voluntad de hacerlo en el Europeo de bádminton que tendrá lugar en Huelva en abril del próximo año, aunque sin marcarse objetivos. "Esa cita la afronto con mucha ilusión. Fue una de las cosas que me llevó para seguir adelante y sacar las ganas de volver. Es una ilusión, pero no es una obsesión. La gente me dice si voy a conseguir una medalla en el Europeo. No, es que no quiero ni siquiera esa medalla. La medalla la estoy consiguiendo cada día que entro por el pabellón de bádminton y que me permite seguir entrenando", relató. Después de las tres lesiones graves de rodilla sufridas durante su carrera, subrayó que su prioridad es "cuidarse y escuchar más" a su cuerpo "de lo que hacía antes". "Antes era como un toro miura, que iba con todo para delante, y a día de hoy, me pienso las cosas mucho. Escucho mucho mi cuerpo, le freno cuando tengo que frenar porque no quiero acabar con una protésis de rodilla (...) La vida me ha cambiado mucho. He necesitado ese paréntesis, apartarme un poco del deporte, alejarme, para sacar esa motivación de poder seguir adelante y ver si me apetecía", comentó Marín. Como ejemplo de que ahora mira más por su salud, contó que antes de París 2024 entrenaba seis o siete horas en la pista, más las sesiones con el fisio y con la psicóloga, mientras que ahora solo se ejercita con la raqueta tres horas por la mañana. "Mis entrenamientos son lo que mi cuerpo permite. No hay que forzarlo (...) Si hace un año me preguntan si hubiera vuelto a coger una raqueta, hubiera dicho que no. En París vi el final de mi carrera deportiva y a día de hoy lo estoy intentando. La vida me sigue dando todavía la oportunidad de entrenar y jugar al bádminton", incidió.