Sin duda hay que felicitar a Nike por todo el proyecto de “Beraking 2”. La marca americana ha vuelto a demostrar que son los números uno del marketing. Nike no es precisamente la marca que más apoya los maratones populares (no patrocina ninguna de las grandes maratones del mundo ni tampoco en España), pero si ha mostrado interés por la parte de élite del reto de los 42’195 km.
“Breaking 2” ha terminado casi de madrugada en el circuito de Monza con una gran carrera de Kipchoge al que sólo le han sobrado 23 segundos para poner la guinda al pastel de la gran fiesta del marketing deportivo.
¿Se puede decir que es el maratón más rápido corrido nunca? Sí. ¿Se puede comparar con el récord del mundo logrado en Berlín? Rotundamente no. Cierto que hemos tenido una persona corriendo 42’195 en ambos casos pero las circunstancias han sido completamente distintas. Comenzando por las liebres que se relevaban, siguiendo porque no tener que coger el avituallamiento sino recibiéndolo cuando les daba la gana, por correr a las 6 de la mañana para evitar el calor, por ir pegados a un coche con un cartel gigantesco para quitar el máximo de viento, por correr dando vueltas a un circuito con un asfalto perfecto no comparable al que te encuentras corriendo 42 por Londres, Berlín o Barcelona… Y todo eso sin que se pueda establecer si el método de homologar la distancia ha sido el mismo del de los maratones oficiales (donde se obliga, por ejemplo, a sumar el uno por mil a los 42’195 km, lo que supone otros 40 metros extras para correr).
¿Qué marca hubiera hecho Kimetto cuando corrió en Berlín en 2h 02 57 si hubiera contado con todas estas circunstancias? Lo que me preocupa de esta historia es que el camino abierto por Nike convierta en un circo una prueba que gente como Zatopek o Abebe Bikila convirtieron en leyenda. Y lo digo porque ya pasó con el récord de la hora en bicicleta en el que tanta tecnología y tanto marketing (os acordaréis de aquello de la bici que se había hecho con piezas de la lavadora el escocés Obree) terminaron de enterrar lo que quedaba de deporte en aquello y hubo que hacer borrón y cuenta nueva.
¿Vale todo con tal de conseguir mucha cobertura en los medios de comunicación y muchos "me gustan" en las redes sociales? Y dicho todo esto, hay que rendirse ante un hombre como Kipchoge que ha sido capaz de correr 42'195 km, en las circustancias que sean, a ritmo de 2 minutos 50 segundos el kilómetro.
