Raquel Castillo fue diagnosticada de un linfoma de Hodgkin hace 5 años, siempre había hecho mucho deporte, pero tras el diagnóstico y tratamiento le prescribieron vida tranquila, porque sería difícil que recuperara toda su capacidad pulmonar. Al principio hizo caso a los médicos, pero cuando ya había conseguido vencer a la enfermedad decidió que debía recuperar poco a poco y a su ritmo una de sus grandes pasiones, el deporte, y así lo hizo.
El primer gran paso de Raquel Castillo fue salir a caminar:
“Al principio salía a andar, me llenaba la mochila y poco a poco iba moviéndome, empecé llevando un pulsómetro porque no podía pasarme con las pulsaciones, luego interioricé las sensaciones y ya no tenía que usarlo".
Mi cuerpo me pedía vivir, y mi reto principal se convirtió en probar mis límites e ir traspasándolos poco a poco.
Así, a los 8 meses de recibir el autotransplante de médula, Raquel ya estaba cruzando los Pirineos en autosuficiencia, tardó 36 días en realizar 800 km andando:
“Mi cuerpo me pedía vivir, y mi reto principal se convirtió en probar mis límites e ir traspasándolos poco a poco. Antes de la enfermedad hacía mucha bici de montaña, pero tuve que dejarla hasta el año pasado que me atreví a volver a probar. Hace 3 años que me curé, pero tardé dos más en salir con ella".
También quería concienciar sobre la importancia y lo seguro que es hacerse donante de médula y la cantidad de vidas que se pueden salvar".
Y si solo fuera salir, pero el reto de Raquel fue mucho más, este verano afrontó nada menos que 500 km con 14.000 m de desnivel en los Alpes, entre un pueblecito alemán, Garmisch, Austria, Suiza para acabar en Italia, en el lago de Garda.
2000 € para la investigación del cáncer
Pero el reto no hubiera estado completo si no lo enfocaba además para ayudar a difundir y adquirir nueva financiación para el cáncer: “La idea era conseguir ayuda económica para la Fundación Josep Carreras, y para ello usé el método de 'Mi Grano de Arena'; pero también quería concienciar sobre la importancia y lo seguro que es hacerse donante de médula y la cantidad de vidas que se pueden salvar".
Raquel había conseguido 1300 € para la investigación del cáncer por sus medios cuando la Fundación la Caixa decidió donarle 500€ más al convertirla la causa del mes. Más tarde sus compañeras del club ciclista Bike For Her consiguieron los 200 € que faltaban hasta los 2000 con una pedalada solidaria.
Próximo reto: coronar el Cervino
Pero los límites de Raquel no acaban aquí:ya está planeando subir al Cervino como alpinista, en esta ocasión acompañada, y demostrar que su capacidad pulmonar puede resistir superar los 3.000 m de altitud. “ A mis médicos no les he contado todas las barbaridades que he hecho y alucinan con que pueda hacer deporte, si supieran todo…", nos cuenta riéndose.