Si te lo dan y nadie te dice nada pensarás que es un frontal muy tosco, muy pesado y voluminoso, comparado con las ligerísimas propuestas de otras marcas. Pero cuando lees las instrucciones y averiguas que Spanninga S-Run va en tu cintura, no en tu cabeza, la cosa cambia radicalmente, ahora es un sistema eficiente y potente de iluminación con un enfoque, nunca mejor dicho, diferente.
Su batería se carga al 100% en 3 horas cuando lo enchufas en tu casa con un cargador estándar de móvil de 1 vatio; si lo pones en tu ordenador, en un USB normal, necesitarás 6 horas para que se llene de electrones. Con una carga completa te dará luz durante 10 horas en su modo de baja potencia (90 lumens), durante 6 horas en el modo intermedio (175 lumens) y tendrás 3 horas de potentísima luz (350 lumens) en su modo de máxima intensidad.
Ver y ser visto
Uno de los rasgos que más nos gusta es que no sólo ilumina tu camino con sus 3 LED frontales, sino que también permite que te vean por atrás, con sus LED posteriores rojos de 10 lumens, a tener en cuenta cuando tenemos que cruzar una carretera o incluso circular por ella corriendo, ya que te verán desde 1 km de distancia y es una luz que llama la atención, al ser intermitente.
También ayudan a que te vean los logotipos de la marca impresos en la banda elástica de sujeción, ya que todos son reflectantes.

¡En marcha!
En nuestros test vimos que la intensidad que aporta es más que suficiente para correr rápido, aunque quizá echamos de menos una mayor amplitud visual en la zona más próxima a nuestros pies, para los pasos más técnicos y lentos, en trail running, en los que necesitas ver justo donde estás pisando. Igualmente, en las partes con más pendiente de ascenso nos da la impresión de que la luz no ilumina lo suficientemente lejos: entre la propia inclinación adelante de nuestro cuerpo en esas zonas y la pendiente que tenemos delante nos quedamos sin ver lo que está más lejos. Lo cierto es que en esas circunstancias vamos muy lentos, casi caminando, y no necesitamos ver mucho más allá, pero con un simple sistema de zoom-angular que abra o cierre más el foco, o con una angulación mayor de los 15º que basculan sus LED se habría mejorado mucho el producto.
Para uso general, para correr por zonas con menos desnivel y pistas, no se le puede poner ninguna pega.

Otro rasgo que nos gusta es que cuando la batería empieza a declinar, se pone automáticamente el modo de baja intensidad, que da para correr de sobra a ritmos medios, y tenemos una hora más de luz.
La ubicación natural de esta luz es en la cintura, pero también se puede llevar en el pecho perfectamente, con lo que cambia ligeramente la iluminación. Por si eres biker y te planteas llevar Spanninga S-Run con tu bici...no te lo recomendamos. En la ubicación de cintura hace unas sombras horribles con el manillar en el suelo, en una zona que necesitas ver para conducir seguro. Si te la pones en el pecho la cosa mejora un poco, pero sigue haciendo sombras con tu propio manillar, incómodas para ver con claridad. Eso sí, te valdrá perfecto en la bici si lo que quieres únicamente es que te vean, como cuando circules por la ciudad por zonas bien iluminadas.

OK
- Iluminación clara e intensa.
- Relación precio - potencia lumínica muy favorable.
KO
- Su índice IPX4 es suficiente para lluvia y salpicaduras, no habría estado de más una protección superior, para posibles inmersiones accidentales, si el agua nos llega a la cintura.
- Un mayor ángulo de elevación del foco principal favorecería la visión en pendientes de ascenso de mucho desnivel. Se podría solucionar con un zoom en el foco que abriera más el haz.
Peso: 200 g
Precio aprox. 44,90 €