La serie 800 de New Balance nació como una respuesta de New Balance, una marca en constante ebullición tecnológica, a todos esos corredores que, fieles a la marca, querían correr con zapatillas más funcionales, menos apegadas a la novedad tecnológica y sobre todo fiables. Ocurre que el mercado aprieta y que son tales los avances que incluso materiales que aún consideramos nuevos ya pueden considerarse testados y más que comprobados. Llegados a este punto New Balance ha decidido abrir el tarro de las esencias y darle un buen lavado a su 860. ¿Hacía falta? Pues, aunque siempre he sido muy fan de esta zapatilla, por aquello de ser corredor de los de Casio en la muñeca, lo cierto y verdad es que ya comenzaban a ser un poco anodinas y frente a otras competidoras se quedaban un poco atrás. Con esta nueva versión New Balance no solo pretende ponerlas a la altura sino, como de costumbre, ambicionar el cenit.
NOVEDOSA PERO FIABLE
Nada ver la 860 V13 no queda duda de que poco o muy poco queda de su antecesora pero no por ello New Balance ha dado un salto al vacío. De hecho, la implementación del Fresh Foam X llega cuando el material lleva en el mercado tres años y una vez que la marca ha comprobado que, aun siendo bastante blando, es capaz de estabilizar el pie a lo que se le exige al modelo. ¿Cómo lo han hecho? Sigamos leyendo
Suela: Es la zona que menos ha cambiado si bien se ha refinado un poco. Responde al esquema clásico de las zapatillas con Fresh Foam, es decir, tacos con formas hexagonales que en esta zapatilla forman de manera muy compacta y continua en búsqueda de una durabilidad eterna. La media suela queda muy protegida, aunque en esta edición y como novedad la parte externa del medio pie y parte del centro del talón pierden esa protección. Ello contribuye a un mejor tacto, tarea pendiente desde hace mucho. También se ha optado por tres materiales diferentes en cuando a dureza en vez de dos. La suela sigue siendo un portento de durabilidad pero ahora también es más suave y contribuye a un peso más liviano del conjunto.

Media suela: Aquí si hay un revolución y es que por fin New Balance se ha decidido a utilizar su compuesto estrella, el Fresh Foam X, en la 860. Era un poco extraño porque ya tenían la experiencia de la Vongo que precisamente no les ha funcionado mal. Aquí la novedad es no solo el uso del Fresh Foam X sino cómo lo han hecho. La 860 tiene toda la media suela de este material, pero en la cara interna de la media suela tiene una pequeña cuña de mayor densidad. Esto es lo que se hacía hace muchos años, cierto, pero el tratamiento es completamente distinto. Esta cuña es de un tamaño similar o incluso menor a la media suela que lleva encima de densidad normal. Ya estamos acostumbrados a que encima de estas piezas se colocara un poco de media suela de dureza normal para disimular el tacto, pero aquí es que están al mismo nivel y lógicamente no se nota nada. Si bien la pieza de doble densidad ha ido perdiendo tamaño el control de estabilidad no se ha perdido ya que, siguiendo los esquemas de otras muchas marcas, el reborde de la media suela se eleva un poco y forma una herradura alrededor del pie que estabiliza de manera eficiente.
Upper: Aquí si hablamos de una evolución de lo que había y es así porque funcionaba. Sigue siendo fiable, muy cumplidor y bien ejecutado. En la actualización la marca de Boston ha puesto énfasis en el confort. Pese a este objetivo la zapatilla ajusta mejor y queda muy bien ceñida al pie.ç

EN MARCHA
Ponerse en el pie la 860 es saber que no habrá sorpresas y en efecto no la hay. La zapatilla más que asombrarte se muestra fiel a su filosofía, cero fallos. Viniendo de anteriores versiones lo único que más destaca es que el tacto ahora es bastante más suave y elástico. También llama la atención, aunque para esto hay que tener mucho tacto así en parado, que el control de pronación no se nota nada.
Comenzamos a movernos y en efecto todo es cual lo esperamos. La 860 sigue siendo una zapatilla que devora kilómetros sin problemas y que se encuentra cómoda, ahí, a ritmos de rodaje. El tacto suave de la media suela mejora todo lo visto en la saga muy de largo, por fin ha dejado de ser una zapatilla firme para ser una de las confortables del segmento. Tal y como está la competencia no basta con hacer una zapatilla suave y New Balance lo sabe. Su arma secreta es la estabilidad y es que al tratarse de una zapatilla de control de estabilidad no le vale con ser estable, eso lo son todas sus rivales, sino de conseguir serlo con suavidad. La buena noticia es que la 860 no solo es eficiente en estabilizar sino que lo hace sin que te des cuenta y eso es algo en lo que también deja a años luz a sus antecesoras.
Volviendo al cómo van la 860 es una zapatilla que como digo está hecha por y para rodar pero eso no quita para que haya mejorado en respuesta. El Fresh Foam X además de darle un extra de amortiguación y suavidad le rebaja el peso por debajo de los 300 gramos pero además y sobre todo es que la elasticidad de la media suela invita mucho más a apretar. No es una zapatilla para hacers series ni siquiera farlecks pero para echarle kilómetros no hay quien le apriete.
Comenzaba este artículo preguntándome si con decimotercera edición New Balance había puesto rumbo al primer puesto de su segmento y me da que como poco le está apretando mucho a la Brooks Adrenaline o incluso rebasando. Si eres pronador de menos de 85 kilos y buscas una zapatilla eterna para hacer cientos de kilómetros la 860 es seguramente la mejor alternativa.
Peso: 297 gramos
PVP: 160 EUROS
OK:
1/ Da un salto en tecnología pero sigue siendo muy fiable.
2/ La media suela aupa el confort muy por encima de versiones anteriores
3/ Sigue teniendo una durabilidad altísima
K.O:
1/ Aunque las cuestiones estéticas son algo particular y tampoco sus rivales se esfuerzan mucho en ello de New Balance siempre se espera diseños más atrevidos
2/ Rebaja su peso pero todavía podría hacerlo, seguramente a costa de la durabilidad, un pelín más.
Por Fernando Chacón, gerente de emotion running Sevilla.