Nos ponemos hoy en marcha con una zapatilla llena de curiosos contrastes que más allá de su buen hacer la hacen muy interesante. No hay discusión posible si afirmo que Hoka es la marca que más crece y la que más de moda está. Ocurre que es una marca relativamente nueva y eso hace que gran parte de su colección no pueda vivir de un estatus heredado y, curiosamente, eso se da sobre todo en la Bondi. A diferencia de sus rivales, verdaderas vacas sagradas en sus casas, la Bondi, pese a ser el tope de gama de Hoka, no es ni mucho menos una codiciada franquicia dentro de la marca. Si alguien puede tirar de estatus quo en Hoka son las Speedgoat y la Clifton y esto hace que la Bondi tenga un punto de atractivo porque se tiene que ganar cada centímetro de terreno.
JUGAR ENTRE EL RIESGO Y LA IDENTIDAD
En la Bondi 8 vemos como Hoka ha equilibrado la balanza y medido muy bien los tiempos. Por un lado la Bondi 8 debía ser un tanto rompedora porque no en vano se las tiene que ver con zapatillaS que, no solo están más consolidadas en los años, sino que son lo mejor en cuanto a tecnología del mercado. Por el otro está la idea de que si hasta ahora les ha ido de cine con su marcadísima identidad es un enorme riesgo hacer demasiados cambios. La respuesta que Hoka ha dado es la que más me suele gustar: ingeniería. La Bondi 8 es perfectamente reconocible como lo que es, como una Hoka, pero evoluciona mucho para poder disputar su nicho de mercado. La clave está en el cómo está hecha y ello voy a ahondar:
Suela: A simple vista son pocos los cambios e incluso en cuanto a materiales son los mismos. Si nos fijamos bien veremos cómo Hoka ha vaciado mucho más los surcos que hay entre los grandes tacos lo que, si bien no lleva a un aumento de prestaciones de la propia suela, hace que mejore el tacto de ésta. Por lo que a rendimiento se refiere sigue siendo una suela realmente cumplidora que, sin brillar en aspectos como la tracción o agarre, sí muy duradera y defiende razonablemente bien en multitud de superficies.
Media suela: Aquí es donde la marca ha echado el resto para un aumento espectacular de prestaciones. La Bondi 8 mantiene los generosos 36x32 mm de perfil de media suela. Esto le permite seguir gozando de una enorme amortiguación pero, y he aquí la clave, han trabajado mucho más esa media suela para que tenga un tacto mucho más agradable. Se comprime más, lo que aumenta el confort, pero ¿Cómo evitan que sea inestable? Desde luego que la conjunción de una media suela de elevado perfil y tacto blando no es el mejor augurio pero de nuevo en la ingeniería está la respuesta. A la par que se hacían estos surcos de compresión se aumentaba la anchura del chasis y se procuraba que el pie quedara aun más encajonado en la media suela. De nuevo algo sencillo da un resultado brillante. La Bondi 8 amortigua sublimemente, es muy confortable y tiene una estabilidad brillante.
Upper: Era ya bastante bueno en la versión anterior y Hoka simplemente le ha quitado algunos refuerzos laterales. Esto aligera el conjunto y permite a los corredores de pies más anchos ganar milímetros aunque empeora la sujeción. Esto último la verdad es que se ve muy maquillado por el trabajo de la media suela que deja el pie muy asegurado.

EN MARCHA
La Bondi 8 es de esas zapatillas que esconde poco. Parece una zapatilla confortable y muy amortiguada, lo es; Parece una zapatilla rodadora para hacer kilómetros a ritmos bajos y medios y eso es lo que justo hace. Al calzarlas las notamos amplias y muy confortables, es de esas zapatillas que no van a tener problemas con los pies anchos. Enseguida notamos la presencia de ese arco marcado que, valga la redundancia, es marca de la casa. Es algo que me choca pues es una manera de limitar el público de una zapatilla que podría ser más universal. No es un arco molesto para la gran mayoría pero si se tiene el arco bajo o sensible hay que andar con ojo.
Comenzamos a rodar y la sensación de aislamiento impera. Parece que el suelo estuviera a un mundo de nosotros.
Comenzamos a rodar y la sensación de aislamiento impera. Parece que el suelo estuviera a un mundo de nosotros. Ciertamente se eleva 36x32 milímetros del suelo pero a día de hoy ya no es algo excepcional. Aun así se siente más voluptuosa que otras de su clase aunque su peso de 303 gramos es más que correcto para lo que ofrece. Aparte de esta sensación de aislamiento la estabilidad es la otra gran protagonista, va sobre raíles.
Aunque nada me hace indicar que la Bondi 8 vaya a ser la madre de la fiesta a ritmos altos decido aligerar el paso pero no voy mucho más allá de un ritmo mediano porque la zapatilla ni puede ni quiere. Para lo que ofrece ya corre lo que debe, sin más. En zonas sinuosas su perfil alto y su base ancha tampoco juegan en su favor pero haciendo kilómetros en línea recta y a ritmos medios y bajos pocas pueden superarla.
OK:
- Su precio es ligeramente inferior al de sus competidoras
- Estabilidad y amortiguación a un tremendo nivel
- Mejora su antecesora en todo.
K.O:
- Su arco marcado limita su público objetivo
- Comparada con sus rivales echamos de menos materiales de mayor nivel.
Precio recomendado: 170 €