Si ya la Hoka Carbon X nos dejó un increíble sabor de boca, aunque con la sensación de haber evitado el choque directo, New Balance no se corta y va a degüello a por las Vaporfly. Utiliza argumentos similares y además busca remediar con nota los errores del modelo de Nike.
Las New Balance Fuel Cell TC cayeron en mis pies justo el día antes del Maratón de Sevilla, lo que tiene ser el número de muestra, y ya en los doce primeros kilómetros del maratón me dejaron claro que ponen el listón muy alto. New Balance tenía una base de trabajo inmejorable con la Fuel Cell Rebel que me había dejado boquiabierto y por qué no decirlo, partía con cierta ventaja competitiva al conocer los pecados capitales del modelo de Nike. Si tengo que ponerles un pero es que te dejan la sensación de "qué sería si..." y es que New Balance se ha guardado alguna carta debajo del brazo para el modelo más radical, la RC, que llegará en octubre. Lo cierto y verdad es que hasta sus "fallos" son virtudes pues demuestran mucho a pesar de ellos.
VERSATILIDAD SALVAJE
El apellido TC hacía tiempo que no salía a relucir. Hace años se puso de moda para designar zapatillas mixtas que por lo general cumplían bien cuando le apretabas pero se estiraban bien para hacer kilómetros. En cuanto a versatilidad este apellido le va como anillo al dedo pues la New Balance Fuel Cell TC tiene una gran cantidad de amortiguación que le permite tragar kilómetros con bastante tranquilidad, de hecho, su suela es hasta demasiado gruesa para una zapatilla rápida pero nos asegura bastantes kilómetros. Ocurre que más vale que los kilómetros que vayas a hacer sean rápidos porque te van a pedir mucha guerra y aunque el talón aguante un poco todo el potencial se le saca cuando hacemos apoyos rápidos y contundentes. Por hacer un símil automovilístico la TC es como esos deportivos que cuesta llevar por ciudad, le gusta la zona alta del cuentavueltas.
ESTILO NEW BALANCE
Quienes llevamos años siguiendo de cerca la marca conocemos su proceder. Todas sus zapatillas, desde la más baja a la más alta, van probando soluciones que se van descartando o no según su funcionamiento. Como decía en la introducción New Balance tiene un arsenal de zapatillas rápidas en las que ha ido probando soluciones que hoy vemos en esta TC. Veamos cómo está hecha y de dónde viene cada componente.
SUELA
Me toca empezar por donde creo que la TC tiene más margen de mejora. Seguramente buscando atacar una durabilidad alta New Balance ha colocado una suela de escaso relieve, cierta dureza y sobre todo bastante grosor.
Si bien la durabilidad queda aseguraba mucho más allá de lo incluso deseable, la tracción en mojado se ve resentida con un dibujo tan plano pero, sobre todo, añade unos gramos que se me antojan prescindibles (tranquilamente serían 20-30 gramos menos con una suela más liviana). Esa es la suela que cubre desde el antepié a la puntera. En la zona del talón todo lo contrario, dos piezas muy escuetas de un compuesto muy blando. Aunque la TC nos va a invitar a pisar con la zona delantera no vendría mal un mejor reparto de efectivos.
MEDIASUELA-CHASIS
De lo que menos a lo que más. La TC tiene un chasis que descaradamente deriva del que vimos en la Fuel Cell Rebel lo que es una garantía de éxito. Presenta un perfil de 36-26 mm, con un drop de 10 mm en consecuencia.
En su totalidad está hecha con Fuel Cell que es un compuesto que ya conocíamos pero que ahora se muestra mucho más blando. La idea es que colapse con mucha facilidad para que la placa de carbono que va insertada en su interior actúe como impulsora. A pesar de ese tacto blando, el buen hacer del chasis y la misma placa hacen que tenga una estabilidad bastante decente para lo que es este tipo de zapatillas.
UPPER
Si en la suela los chicos de New Balance se han pasado un poco, el upper es una oda a la ligereza y la sencillez. Una simple capa de mesh sintético prácticamente sin refuerzos rematado con un talón alto y que sorprendentemente alberga una pieza rígida y escueta que lo mantiene todo en su sitio. Para lo simple que es, el pie queda bien envuelto y sujeto.
EN MARCHA
Llegamos a la hora de la verdad. La New Balance Fuel Cell TC es toda una golosina para aquellos que seáis amantes de los datos y tengáis para medirlos. Por desgracia el que escribe es de la religión del cronómetro y la pista pero con una sensibilidad en los pies y percepción de ritmo que ríase de un GPS. Lo primero que sintieron mis pies fue una entrada amable, amortiguación muy blanda y menos ligereza en peso de la esperada. Cuando echas a correr, trotar es difícil, la TC empieza a botar como un demonio y dado que ese primer día debía controlar el ritmo a 3' 30" min/km no le apreté de verdad. La sensación entonces es de economía, la TC te permite llevar ritmos altos con una percepción de esfuerzo muy inferior. Me comentaba Asier Cuevas que había contabilizado hasta ocho zancadas menos por minuto al mismo ritmo. Imaginen a lo largo de un maratón cuánto puede suponer. Lo mejor es que lo hace sin exigirte mucho. Cierto es que invita siempre a meter el antepié, pero si hay que apoyar algo más tranquilo hay donde caer.
Pasado aquel primer examen y viendo que es una zapatilla que puede ser realmente interesante para largas distancias, por el ahorro energético que suponen, tocaba apretarlas de verdad a ver si aparte de largo eran capaces de correr mucho. Por razones que podréis imaginar tardé más de la cuenta y aunque a día de hoy mis piernas no están en sus mejores días la TC ha sido capaz de llegar a ritmos que generalmente están reservados para zapatillas como la misma New Balance Hanzo e incluso clavos. Limita un poco el perfil alto a la hora de atacar curvas cerradas y seguramente si estuviera realmente rápido les hubiera encontrado el cénit, pero desde luego a ritmos de 5-10 K ni por asomo. Lo realmente bueno es que siempre llevas esa sensación de economía, de tener aún un tirón más y ciertamente, si sabes dónde colocar el pie y te quedan fuerzas, la respuesta parece que no se acabe nunca. New Balance ha presentado una durísima rival para las Nike. Por peso y respuesta quizás aún no estemos frente a la rival de las VaporFly-Alphafly pero sí en un punto intermedio entre éstas y la Tempo Next que la hacen muy interesante. Su precio, su rango de utilización, su mayor durabilidad y menor exigencia técnica desde luego que la convierten en una zapatilla más accesible y potencialmente útil. Dejo claro que no es una zapatilla para cualquiera pero sí más estandarizada.
OK:
Respuesta bárbara que permite mucha economía en el gesto.
Durabilidad que sin ser brillante se acerca a las zapatillas mixtas comunes.
Aunque exigen cierta técnica saben perdonar nuestros errores técnicos.
La estabilidad no es que sea máxima pero por ahora está por encima de sus rivales.
KO:
La suela es muy mejorable en prestaciones y añade mucho peso extra que le vendría bien rebajar.
Aunque el precio en comparación con otras de su nicho no es alto, siguen siendo 200 euros.
263 g (talla 9 USA)
200 €