Seguramente bajo la premisa de quien pega primero pega mejor New Balance ha sido la primera en aventurarse con el sistema Boa. Lo hace amparada por la ola de inspiración innovadora en la que vive inmersa y porque de un tiempo a esta parte cuenta con el favor de muchos triatletas. Precisamente pensando en ellos llega esta zapatilla que no obstante tampoco debe desagradar ni mucho menos a los atletas de toda la vida. Se trata también de la primera avanzadilla de la línea Fuelcore que viene a sustituir a la línea Vazee que poco a poco irá desapareciendo. Esto quiere decir que tanto ésta como sus hermanas de serie serán zapatillas enérgicas para entrenamientos rápidos y atletas eficientes.
¿AJUSTAN BIEN?
Es sin duda la primera pregunta que nos haremos al verlas y he decir que aunque soy difícil para el tema , no tengo un pie muy común y soy un talibán de los cordones de toda la vida la Sonic pasa con buena nota. Lógicamente el sistema BOA de ajuste mediante una rueda que va enrollando unos filamentos plásticos cumplirá mejor sus funciones mientras más cerca del estándar esté nuestro pie. El mío tiene el tobillo muy fino y el empeine muy bajo. Si las ajusto acorde a ellos, es decir casi a tope, noto cierta presión en la zona de los metatarsos pero eso es algo que también me pasa con zapatillas tradicionales.
¿ES PRÁCTICO, SENCILLO Y FIABLE?
A la primera cuestión habrá que responder con un “depende de cuánto tiempo tengas para atar cordones”. Si eres triatleta ciertamente te será muy útil porque es el sistema más rápido y cómodo de los que existen por ahora. A la segunda cuestión hay que responder con un rotundo sí porque no tiene misterio alguno. Girar la rueda para ajustar y tirar de ella hacia fuera para soltar, así de simple. En cuanto la fiabilidad basta decir que viene garantizado de por vida.
MÁS ALLÁ DEL CIERRE…
De todos es sabido que New Balance le gusta experimentar con modelos poco conocidos y la Sonic lo es porque es una zapatilla nueva. Sin embargo ha hecho un guiño a su continuidad o no han querido ir más del sistema BOA y han colocado una media suela bien conocida. De nuevo y a pesar de llevar la denominación Fuel es la el Revlite quien manda. Con un perfil de 24-18 tiene la suficiente amortiguación para poder considerada una zapatilla de entrenamientos ligera o una mixta con cuerpo. Son 242 gramos pero desde luego que no se han ahorrado en la media suela ni la suela que también está bastante bien construida. Tanto la estabilidad y la durabilidad de la suela están fuera de toda duda. Sin duda es el upper quien más contribuye al ahorro de peso.
EN MARCHA
Con una primera puesta que como he dicho sorprende por su efectividad aunque no alcanza la perfección la Sonic comienza el rodaje con buen pie. En los primeros pasos se echa de menos las piezas clásicas, es demasiado suave. El forrado interior y la ausencia de todo refuerzo las hace muy confortables. La sujeción sin ser perfecta es muy superior a lo esperado y al nivel de cualquier otra. El tacto del Revlite como siempre algo firme pero reactivo. Viéndola esperábamos una zapatilla tipo “babucha de andar por casa” pero la Sonic solo lo es por comodidad. Su comportamiento transmite solidez y mucho aplomo.
En resumen recomendaría la New Balance Fuel Core Sonic a atletas/triatletas de pisada neutra con peso hasta 70 kilos como zapatilla de entrenamiento y/o larga competición. Con más de 70 kilos como zapatilla mixta para aquellos que busquen unas transiciones muy rápidas y eficaces.
PVP: 130 €
Peso: 241 gramos
Por Fernando Chacón. Gerente de Emotion Running Sevilla (www.emotionrunning.com)