La cadena se encarga de trasladar el movimiento de nuestras piernas desde los platos hasta el casete. Está fabricada en acero y se divide en algo más de un centenar de eslabones articulados. Comenzó a utilizarse a mediados del siglo XIX y supuso una de las mayores innovaciones al lograr que los peligrosos velocípedos -con la rueda delantera enorme- dejasen paso a los llamados biciclos seguros.
Al igual que en otras partes móviles, el rozamiento de la cadena nos roba energía cuando pedaleamos, pero con la ayuda de un lubricante conseguiremos reducir las pérdidas, ya que este se introducirá en el espacio entre los pines y los bulones, además de sobre los apoyos de los platos, casete y roldanas del cambio.
Los lubricantes para cadenas de bicicletas, junto a reducir la fricción, deben cumplir una serie de requisitos; como antioxidante, que se adhiera al metal, resistir el agua, etc. Dependiendo de su composición, podemos dividirlos en dos grupos: con base de aceite -los convencionales- o de agua con cera. No se deben mezclar nunca, y si pasamos de utilizar aceite a cera, o viceversa, será obligado desengrasar totalmente la cadena.

La cera lleva muchos años utilizándose con excelentes resultados en cuanto a limpieza, duración de la transmisión y menor fricción, pero para quienes suelan salir cuando llueve, o no quieran entretenerse limpiando a fondo una cadena nueva, será más recomendable el aceite.
Aceite
Es el sistema más antiguo y -todavía- el más utilizado. Se fabrica con una base de aceite -actualmente sintéticaque incluye aditivos, entre ellos los de antifricción, que las marcas suelen indicar en el envase. Aunque todos buscan un equilibrio entre duración, reducir el rozamiento y viscosidad, los lubricantes de aceite se dividen en dos grupos: para condiciones secas o húmedas. Los primeros son poco viscosos, disminuyen más la fricción y atraen menos la suciedad, pero su resistencia al agua y la duración son inferiores; justo al contrario de los lubricantes húmedos.
A FAVOR
Más kilómetros entre aplicaciones.
Resistente al agua.
No hay que desengrasar la cadena completamente antes de la primera aplicación.
EN CONTRA
Atrae la suciedad y mancha.
Mayor fricción respecto a la cera.
La cadena dura menos.

Cera
En este caso la base de aceite se reemplaza por agua con una emulsión de cera. También incluye aditivos, entre ellos los que reducen la fricción; la primera generación no incluía ninguno, confiando toda la lubricación a la cera, pero empezó a utilizarse PTFE -teflón-, cerámica, grafeno, bisulfuro de molibdeno... Gracias a ellos la cadena se mantiene más tiempo lubricada, pero también se ensucia un poco más.
A FAVOR
No atrae la suciedad y no mancha.
Menor fricción respecto al aceite.
La cadena dura bastante más.
EN CONTRA
Debemos aplicarlo con más frecuencia.
Hay que desengrasar la cadena a fondo antes de la primera aplicación.
Baja resistencia al agua.
Tras aplicarlo hay que esperar a que la base de agua se evapore antes de usar la bici.

Lubricante en gel
Para quienes no se decidan a pasarse a la cera pero quieren una cadena y transmisión limpia, X-Sauce dispone de un original lubricante en gel, el Watts Lube. Su duración está en un punto medio entre la cera y el aceite, también mantiene la cadena más limpia que el aceite, pero menos que la cera; ideal si utilizamos la bici sobre todo en días secos, pero también alguno con lluvia.

¿Cómo bañar la cadena en cera caliente?
El hot melt wax está considerado como el sistema de lubricación para la cadena con menos fricción, y aunque el proceso es algo lento y laborioso, realmente no tiene mucha complicación. Cuando se derrite, la cera penetra en las zonas de fricción del interior y rellena los huecos mucho mejor que un lubricante de cera con base de agua. La cadena -y el resto de la transmisión- durará muchísimo más, ahorrándonos bastante dinero y tiempo.
Al igual que en los lubricantes de cera con base de agua, previamente debemos limpiar perfectamente la cadena o no lograremos un buen resultado, y se pueden limpiar y dar un baño de cera a varias cadenas a la vez para ahorrar tiempo. Su uso ya es bastante habitual en corredores del más alto nivel y en todo tipo de competiciones, no sólo en ocasiones especiales.
Según el fabricante, el tratamiento dura en la cadena aproximadamente 1.000 km, y si usamos la bici en un día lluvioso, hay que secar la cadena lo antes posible para que no se oxide -no contamos con aceite para que pueda protegerla- y aplicaremos lubricante de cera, que en este caso sí lleva antioxidante.
NECESITAMOS
1 Cera sólida Silca Secret Chain Blend -hot melt wax-
2 Cadena nueva
3 Limpiador Silca Chain Stripper
4 Recipientes herméticos
5 Calentador de cera
6 Alicates para eslabones de cierre
7 Alambre

Paso a paso

1. Es muy recomendable usar una cadena nueva. Si está puesta en la bici, la quitaremos por el eslabón de cierre con unos alicates específicos. Debemos poner uno nuevo al montarla, por seguridad los fabricantes no aconsejan reutilizarlo.

2. Para limpiarla a fondo hemos usado Silca Chain Stripper, producto con el que ahorraremos muchísimo tiempo en el proceso. Lo echamos en un recipiente hermético junto a la cadena, cubriéndola completamente. Aconsejamos llevar guantes de látex.

3. Se deja reposar cinco minutos y después se agita durante un minuto. Sacamos la cadena y la ponemos en otro recipiente sólo con agua. Agitamos un minuto, la sacamos y la dejamos secar completamente. ¡Lista! El limpiador usado no se reutiliza.

4. Para manejar con más comodidad la cadena, la ensartamos con un alambre en varios puntos y la colocamos en el calentador de cera. El eslabón de cierre no es recomendable ponerlo junto a la cadena para que reciba el baño de cera.

5. Echamos la cera calculando la cantidad necesaria para que cubra totalmente la cadena. Mejor que sobre a que falte. También se puede usar una olla con agua caliente y poner dentro la bolsa abierta con la cera, pero sin sacarla del envase.

6. Calentamos la cera hasta que se derrita completamente y se vuelva líquida. Nunca debemos sobrepasar los 100 ºC o podría arder. Si utilizamos la temperatura correcta prolongaremos las propiedades y la vida útil de la cera.

7. Dejar la cadena como mínimo unos cinco minutos en el baño de cera. De vez en cuando hay que agitarla para que salgan todas las burbujas de aire del interior de los eslabones y los aditivos que incluye la cera también penetren en la cadena.

8. Apagamos el calentador, y a unos 70 ºC -antes de que se empiece a formar una fina película en la superficie de la cera- sacamos la cadena. La colgamos para dejar que se escurra y endurezca la cera. Ojo, que podemos quemarnos.

9. La cera sobrante que se queda solidificada no hay que tirarla, nos servirá para varios usos más, aunque habrá que reponerla poco a poco. Sólo tenemos que calentarla de nuevo si queremos dar un baño de cera a más cadenas.

10. Una vez que se enfría la cera, la cadena se quedará bastante rígida. Desbloquearemos los eslabones con un tubo o barra que no deje residuos. También se puede hacer sólo con las manos, girando los eslabones uno a uno, pero tardaremos mucho más.

11. Si hemos usado antes aceite en la cadena tendremos que dejar bien limpios los platos, casete y roldanas para que no contaminen la cadena con el baño de cera. Con desengrasante y un cepillo o un trapo, lo dejaremos listo.

12. Montaremos la cadena usando lubricante de cera en los pines del eslabón de cierre. Se necesitan unos kilómetros de rodaje hasta que la cadena empiece a funcionar correctamente. No hay que regular los cambios aunque parezcan desajustados.
Mantenimiento
No es necesario repetir todo el proceso cuando veamos que la cadena empieza a sonar por falta de cera, la podemos mantener aplicando lubricante de cera cada 250 km aproximadamente. Antes pasaremos un trapo limpio o una toalla de microfibra por la cadena para quitar la suciedad, aunque esta será escasa. Resulta recomendable utilizar el lubricante de cera de la misma marca que la cera sólida -en este caso Silca Super Secret- para no mezclar aditivos.

Limpieza alternativa
Con un producto como el Silca Chain Stripper ahorraremos mucho tiempo y molestias, pero no resulta barato. Otra opción consiste en utilizar desengrasante, disolvente, aguarrás, gasolina... también en recipientes herméticos, agitándolos para retirar la grasa y renovando el limpiador varias veces; y para quitar todos los restos daremos a la cadena una última limpieza con alcohol isopropílico o isopropanol, que no deja restos.
