El Triatlón y los niños

Todos, de alguna forma hemos practicado triatlón cuando eramos niños aunque no hayamos sido conscientes de ello.

Cristina Azanza

El Triatlón y los niños
El Triatlón y los niños

Quién no ha nadado en el mar o en la piscina en el verano. Quién no ha dado su primero pinitos sobre el triciclo y luego sobre la bici con ruedines y  no ha corrido jugando al pilla-pilla u otros juegos infantiles. La esencia del triatlón, son tres deportes que, de forma mucho más natural de lo que creemos ha estado presente durante nuestra vida, a veces, casi de forma inconsciente.

Esta idea del triatlón como un deporte cercano y accesible, sin embargo está muy lejos del concepto actual del triatleta  asociado a la imagen del Ironman, del hombre de hierro, del deportista agónico entrando en meta y  casi mitificado por ello.  Conocer más a fondo el significado de este deporte, de las  tres disciplinas que lo componen y de los beneficios del mismo para la salud y la educación de los niños, constituye el objetivo de este artículo, así que vamos intentar profundizar un poco en la esencia del multideporte, desde una perspectiva diferente.

De sobra es sabido que tanto la natación, el ciclismo y la carrera desarrollan capacidades como la percepción espacial, la coordinación motora, la agilidad, el equilibrio, la flexibilidad  y sistema respiratorio y circulatorio. La realización de una práctica deportiva durante la niñez favorece el proceso de crecimiento, debido a la estimulación que se produce a nivel de tejido óseo y muscular.

Es importante que el deporte infantil y,  en concreto la práctica del triatlón, sea impartido por técnicos especializados, que sean capaces de adaptar la actividad de acuerdo con la edad y condición física del menor, evitando caer en errores que pueden influir negativamente en su desarrollo. Por todo ello,  es preciso diferenciar unas etapas en el desarrollo del niño/a que nos permitirá trabajar unas cualidades precisas en cada una de las edades:

  • Niños menores de 5 años: antes de hacerles practicar un deporte, es conveniente desarrollar un buen trabajo psicomotor, de modo que vaya adquiriendo equilibrio y coordinacción.
  • Entre los 6 y los 10 años: las cualidades de flexibilidad y fuerza muscular empiezan a desarrollarse, por lo que ya estarían preparados para una actividad deportiva propiamente dicha
  • Entre los 10 y los 14 años: las cualidades de flexibilidad y fuerza se consolidan y se le añaden coordinación, destreza y capacidad aeróbica, lo que le permitirá al niño/a poder elegir  una especialidad deportiva más concreta y acorde a sus mejores cualidades.
  • Entre los 14 y los 17 años: se alcanza la fuerza muscular máxima, por lo que se recomienda centrarse en la práctica de una especialidad en particular.Es normal que el niño empiece en el deporte influenciado por los amigos, por los medios de comunicación, por sus padres, etc. Pero debemos de tener en cuenta que el niño, ante todo, se divierta. El triatlón debe ser introducido a la vida del niño/a de forma gradual, para de esta forma no dar por satisfechas todas sus necesidades lúdicas.

El triatlón en edades tempranas (de 7 a</metricconverter /> 12 años) debe tener unos objetivos claros:

  • El triatlón recreativo. Se  practica por placer y diversión, sin ninguna intención de competir o superar a un adversario, únicamente por disfrute o goce. Todo el que ha practicado triatlón destaca lo divertido que resulta, con el aliciente añadido del cambio de modalidad deportiva que hace que sea imposible aburrirse.
  • El triatlón educativo. La principal pretensión  es colaborar al desarrollo armónico y potenciar los valores del individuo.
  • El triatlón salud. La práctica adecuada contribuye al desarrollo físico de los niños y los adolescentes así como al desarrollo  del  hábito saludable del ejercicio físico  y otros asociados como hábitos alimentarios, de higiene y cuidado personal.
  • El triatlón competitivo: Esta faceta del triatlón, a estas edades, debe alejarse del modelo profesional, orientado exclusivamente al resultado y fomentar otros valores como: asumir responsabilidades, ser exigente con uno mismo,  perseverante, aceptar y respectar las normas y aceptar las victorias y las derrotas. Además, puede mejorar ciertos recursos psicológicos como: desarrollar y fortalecer la autoconfianza,  mejorar el autoconcepto y la autoestima y aumentar la capacidad de autocontrol.

Los propios niños/as deben descubrir, con el apoyo fundamental de sus padres, su orientación deportiva y debemos pensar que unos buenos hábitos deportivos y saludables en estas edades tan sensibles, favorecerán unos buenos hábitos en la vida adulta.