El triunfo de la voluntad

Rafael Ordoñez no quiso renunciar al deporte despues de sufrir un accidente de tráfico que le dejó paráplejico y buscó los medios y el camino para lograr terminar un Ironman y disfrutar del deporte como un estilo de vida

Cristina Azanza

El triunfo de la voluntad
El triunfo de la voluntad

Rafael,  aficionado al atletismo, nació en Marchena (Sevilla) hace 44 años. El 30 de octubre de 2005 tuvo un accidente de tráfico, "me quede parapléjico con una lesión medular d3, por lo que tuve la suerte de poder seguir contando con mis brazos, aunque no me funcionen ni la cintura, ni las piernas". Pero él ha seguido con el deporte ?no sólo como el aficionado que era antes sino dedicándome totalmente a él como triatleta". Emocionado, Rafael nos cuenta que "las satisfacciones que el triatlón me ha dado hasta ahora superan todas mis expectativas. Me he enganchado totalmente y le dedico de 20 a 30 horas semanales, preparándome no sólo para triatlones olímpicos, sino también para los de larga distancia".

En el 2008 corrió el Ironman de Lanzarote y en el medio Ironman de Amberes, se clasificó para el Hawai, pero no pudo terminarlo por una avería en el kilómetro 50 de ciclismo que le hizo perder dos horas, llegando fuera de tiempo a la transición de carrera a pie. Con mejor suerte representó a España en el Campeonato de Europa de Triatlón (Lisboa-Portugal) y en el Campeonato del Mundo de Duatlón (Rimini-Italia), colgándose la medalla de oro en ambas competiciones. "El practicar triatlón a estos niveles para mí es muy gratificante no sólo a nivel personal y físico, sino también por la satisfacción que es representar a tu país en pruebas internacionales".

Para el 2009 ya tiene sus objetivos marcados, en mayo participará en el Ironman de Brasil; en Julio, en el Campeonato de Europa de triatlón en Holanda. Y en Septiembre, en el Campeonato del Mundo de triatlón en Australia, sin dejar de lado muchas otras pruebas que se planteará como entrenamientos para estos objetivos tan ambiciosos. "Mi entrenador, Manuel Alfonso Urbaneja y yo tenemos mucha ilusión puesta en este proyecto que espero poder llevar a cabo con buenas marcas puesto que los entrenamientos nos confirman buenas expectativas".

"Cada triatlón que hago es una aventura, conozco a gente fantástica por todos los sitios donde compito y aprendo cosas que me hacen sentir vivo". El único inconveniente con el que se encuentra este triatleta parapléjico, según nos cuenta él mismo "es que necesitamos un poco más de material que los demás triatletas ya que precisamos de una silla adaptada para el segmento de carrera y una handbike o bicicleta de mano para el ciclismo, pero te terminas acostumbrando, sobre todo en los viajes".

No se olvida de su familia, "sin su apoyo continuo, sobre todo el de mi esposa, no podría llevar a cabo todos estos retos ya que tantas horas de entreno me quitan tiempo para ellos, pero no paran de animarme para que siga adelante".