Cuando tenemos el psoas ilíaco acortado y con exceso de tono muscular, el cuerpo experimenta cambios, debemos prestar atención a estos fallos mecánicos y saber qué músculo es el que está resaltando con respecto a los demás.
Para saber si tienes el psoas acortado, realiza este sencillo ejercicio:
- Túmbate con una pierna totalmente extendida y la otra flexionada acercando todo lo posible la rodilla hacia el hombro hasta conseguir presionar la superficie con la zona lumbar.
 - Observa la pierna extendida.
 
- Si la pierna queda con la rodilla totalmente extendida y alineada con la columna, significará que tu psoas no presenta acortamientos.
 - Si observas que la rodilla queda ligeramente flexionada, significará que el psoas está acortado. La cadera presenta una movilidad limitada.
 
