Pensar con más agilidad
Investigadores japoneses han encontrado, tras someter a un programa de carrera a un grupo de 12 personas, que mejoraron sus puntuaciones en test intectuales tras el periodo que hicieron de entrenamiento de carrera a pie. Lo curioso es que sus puntaciones decrecieron una vez se interrumpió el programa. El cerebro se oxigena más con la capilarización y mejora la circulación derivada del ejercicio. Corre al menos un par de veces por semana, media hora cada vez para asegurarte un buen nivel de agilidad mental.
Bajar tu tensión sanguínea
Una de las mejores maneras de hacer que tu tensión descienda es con tu trabajo de velocidad y uno de los métodos más sencillos son las rectas. Después de un entrenamiento normal, busca una zona plana de hierba, tierra compacta o asfalto. Acelera a tope durante 10 segundos, mantén la velocidad otros 10 segundos y luego déjate llevar desacelerando poco a poco. Trota suave durante 30 segundos a un minuto y repite de 6 a 10 veces.
Dormir mejor
Si estás teniendo problemas de insomnio, el running es una excelente herramienta para conciliar el sueño. Has de saber que actividades mejoran la calidad del sueño, así que si duermes mal no dejes de encajar una sesión al final del día. Asegúrate de que dejas pasar en torno a unas tres horas entre el final de tu sesión y el momento en el que te vas a dormir. Una opción si no encuentras hueco en tu agenda, volver corriendo desde la oficina puede ser una solución
Reforzar tus huesos
La carrera en cuesta es de algún modo la combinción de dos actividades beneficiosas para nuestro sistema óseo: correr entrenamiento de fuerza. Como al correr obligas a tu cuerpo a sostener el peso de tu cuerpo, estás estimulándolo a producir un aumento de la densidad del hueso. Introduce una resistencia extra, como la que suponen las cuestas, y tienes una actividad extra para los huesos: las traccionesd y tensiones adicionales que supone esa resistencia hacen que los extremos del hueso traten de adaptarse reforzándose.
¿Cómo hacerlo? Corre a ritmo suave hasta la base de una cuesta que sea gradual, de unos 150 a 400 metros. Tras un calentamiento de 10 minutos ataca la cuesta, aumentando poco a poco la intensidad y tratando de mantener la velocidad en la parte alta. Baja caminando y si todavía no te has recuperado del todo, espera un minuto antes de hacer una nueva subida. Haz de 4 a 10 subidas.
Mejorar tu estado de ánimo
Un estudio de la Universidad de Arizona concluyó que el humor mejoraba y la sensación de fatiga bajaba después de sólo 10 minutos de carrera suave. Si prevees quie vas a tener una jornada difícil, puedes aprovechar el efecto positivo sobre el estado de ánimo de la carrera saliendo a correr a primera hora de la mañana aunque sólo puedas sacar un cuarto de hora y luego repetir con otros 20 minutos al final del día.
Aumentar el colesterol bueno
Los corredores que hacen distancias más largas tienen niveles más altos de colesterol HDL, el encargado de transportar los ácidos grasos y de evitar su depósito en las arterias. Eso sí, si no estás acostumbrado a hacer rodajes largos, cuidado con dar un salto demasiado bruscos en la duración de tus carreras. No aumentes más de un 10% de una semana para la siguiente la cantidad de kilómetros de running que haces. De otra forma puedes tener un alto riesgo de lesión múscular o articular.
Aumentar el deseo
La testosterona en los hombres experimenta un considerable aumento de nivel inmediatamente después de haber corrido al menos media hora y permanece ese nivel más alto durante aproxidamente 60 minutos. En el caso de las mujeres ocurre algo similar, hay también estudios que demuestras que el ejercicio vigoroso hacer subir las hormonas relacionadas con el deseo en las chicas y además aumentan la sensación de autoconfianza, lo cual se traduce en una mejora de la relaciones sexuales.