Oro, plata y bronce… ¡tres medallas olímpicas en menos de un mes! Este mes tenemos en portada a la mujer más fuerte de España, una leonesa que a base de trabajo y tesón, ha conseguido traer la halterofilia a todos los medios de comunicación.
¿Con cuál de tus tres medallas olímpicas te has emocionado más?
Estoy muy feliz con las tres, es algo histórico, pero he vivido cada una de un modo diferente. Me enteré dos días antes de salir hacia Río 2016 de que en realidad había sido medalla de oro en los Juegos de Londres 2012 (se hizo pública la descalificación a causa de positivo en dopaje de las tres levantadoras que la precedieron en la clasificación). Fue una sensación agridulce, porque supe que era campeona olímpica, pero me habían privado de disfrutarlo en su momento. Sí que pude subirme al pódium en Río de Janeiro y fue muy especial, porque había pasado por una preparación muy complicada ya que me lesioné en un hombro a finales del año pasado. Esa dificultad hizo ese bronce todavía más emocionante. De que los positivos de mis rivales me habían convertido en plata en Pekín 2008, me he enterado durante las vacaciones.
¿Crees que terminarás por recibir esas dos medallas?
He hablado con Alejandro Blanco (presidente del COE) y estoy muy tranquila, me ha asegurado que el Comité Olímpico Español va a luchar porque reciba todo lo que me corresponde: lo que me han quitado a mí, a mi deporte y a mi país. Sería la primera española que consigue medalla en tres Juegos Olímpicos consecutivos. Algo histórico. Estoy deseando que me envíen esas medallas y tener las tres juntas.
¿Por qué nos recomiendas practicar halterofilia?
Porque es el deporte base, la fuerza es fundamental para conseguir buenos resultados en otros deportes. Y a las mujeres, porque para nosotras es especialmente importante tonificar la masa muscular. Hacer pesas se puede combinar perfectamente con el entrenamiento cardiovascular y los resultados no son solo estéticos. Es una cuestión de salud. Espero que estas medallas sirvan para popularizar la halterofilia en España.
¿Cómo empezaste con la halterofilia?
Por casualidad. En Ponferrada, el pueblo donde nací, yo practicaba atletismo, jugaba al baloncesto… me gustaban todos los deportes. Cuando tenía 11 años, el entrenador de halterofilia vio que tenía una habilidad natural, que era la que más saltaba, la que más corría, y me propuso probarla. Yo no sabía muy bien lo que era la halterofilia, pero fui, me gustó el ambiente, veía a gente divirtiéndose, jugando…
¿Sigues practicando otros deportes?
No, ahora mismo tengo que estar concentrada en la halterofilia. No puedo jugármela a hacer otra cosa. Empezaré a disfrutar de nuevo de otros deportes y a combinarlos cuando deje la alta competición.
¿Haces entrenamiento mental?
Por supuesto que sí. La clave de un buen levantador es tener un buen entrenamiento físico, obviamente, tener una buena técnica y pulirla día a día, y tener un buen entrenamiento mental. Puedes estar muy fuerte físicamente y tener una técnica muy buena, pero si tu mente no quiere, si estás pensando en otras cosas… nunca vas a conseguirlo.
Llama la atención todo el tiempo que dejas pasar desde que te preparas hasta que inicias el levantamiento… con frecuencia, casi agotas el tiempo máximo. ¿En qué piensas?
No pienso en el peso que hay, ¡a veces ni siquiera lo sé! Pienso en hacer bien el ejercicio, visualizo el movimiento para poder ejecutarlo correctamente después.
¿Qué significa el corazón que hiciste con las manos en Río?
Es un gesto que ya había hecho en alguna competición, cuando gané el campeonato de Europa por primera vez, y que en Río me salió cuando terminé el último movimiento de arrancada… pensé “no me puedo ir sin hacer nada, que sosa”. Fue como un guiño a toda la gente que me estaba viendo, que me había mandado fuerza para esa competición, sobre todo para mis padres y mi familia que estaban en las gradas. Fue como decir “gracias”.
¿Cómo son tus vacaciones ideales?
En casa, disfrutando de la paz y tranquilidad, con mi familia, con mis amigos. No los veo mucho porque paso todo el año en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid, preparando las competiciones. En el Bierzo la vida pasa de otra manera y allí me siento una más.
En el Bierzo se come muy bien… ¿Tienes que cuidar mucho la dieta?
En periodos de entrenamientos de intensidad me lleva la alimentación junto a la suplementación un nutricionista, pero es una alimentación saludable, variada e inteligente. No es muy estricta en cuanto a cantidades de proteínas, hidratos y grasas. Se trata de elegir lo que es saludable y me viene bien.
¿Ya has empezado a pensar en Tokio 2020?
Ya he empezado a entrenar para el campeonato de Europa del próximo año, pero mi objetivo es seguir los próximos 4 años, hasta Tokio. Quiero disfrutar con más intensidad si cabe de este ciclo olímpico porque sé que va a ser el último.
¿Te has planteado qué quieres hacer después?
Me gustaría montar mi propio gimnasio, con mi nombre, especializado en entrenamientos funcionales, no dirigido exclusivamente a la gente que haga halterofilia. Quizá más enfocado al género femenino. No quiero quedarme con todo lo que he aprendido para mí.
¿En algún momento te ha parecido machista la forma en que algunos medios contaban tus éxitos deportivos?
Sinceramente, no me paro mucho a pensarlo. Es verdad que en un hombre no resaltan si además de fuerte es guapo, pero yo considero que me han tratado bien. Un deportista es un personaje público y en mi caso han destacado que en un deporte de fuerza hay una chica que llama más la atención. No me molesta si se hace con respeto. Lo importante es que la gente sepa que una mujer puede practicar un deporte de fuerza y ser femenina, que es perfectamente compatible.
Matías Fernández: "El secreto de Lydia es entrenar, entrenar y entrenar"
Matías Fernández es el entrenador de Lydia desde que ella tenía 14 años. También hablamos con él para que nos cuente la evolución deportiva de esta triple medallista que, nos cuenta, ya con 15 años se veía con aptitudes físicas muy buenas para la halterofilia.