El calentamiento se realiza con el objetivo de conseguir un tono físico apto antes de empezar a practicar cualquier deporte. Da igual la actividad que vayas a realizar o la intensidad de la misma. Siempre debes hacer unos mínimos ejercicios de calentamiento y estiramientos para evitar molestias o lesiones a corto plazo.
Si tienes cualquier duda, puedes consultar a un monitor de sala o a un entrenador profesional para que te diga qué rutina es la que mejor te conviene. Cuando la empieces a practicar de manera asidua, obtendrás estos beneficios:
Potencia el ritmo cardíaco y pulmonar
Al igual que ocurre con cualquier actividad, con el calentamiento empiezas a aumentar levemente el ritmo cardíaco, algo que se traducirá después en que la sangre se bombee más rápidamente a través de todos los músculos y articulaciones. Esta rutina aumenta también la capacidad pulmonar y con ella la cantidad de oxígeno que llega a tu organismo.
Favorece la concentración
Cualquier rutina de calentamiento va a aportarte un mayor grado de concentración. De esta manera, podrás dedicarte completamente a tu actividad física, consiguiendo mejores resultados en menor tiempo. Todo esto sin mencionar que este estado te ayudará a reducir los niveles de estrés y ansiedad. Algo a tener muy en cuenta si quieres desconectar de la rutina del trabajo.
Evita desgarros musculares
Con el calentamiento también se consigue una mayor elasticidad de los músculos y los tendones del cuerpo. Gracias a ello, reducirás las posibilidades de sufrir desgarros o distensiones musculares.
Activa el metabolismo
Otras de las ventajas que aporta el calentamiento es que mejora y potencia tu metabolismo debido a que hace uso de las reservas de energía desde del inicio de la actividad. De esta manera, puedes ir poniéndote en forma o perder esos kilos de más de una manera más rápida y efectiva, siempre que la acompañes de una dieta sana y equilibrada.
Aumenta la temperatura corporal
Mientras estás realizando ejercicios de calentamiento es habitual que tu temperatura corporal vaya aumentando de forma paulatina. Esto se traducirá después en un mayor rendimiento durante la realización del ejercicio, junto a un enfriamiento más rápido a la finalización del mismo. De esta forma, relajarás el tono físico y con él la sobrecarga de todos tus músculos y articulaciones.