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1. Dale caña
Las sesiones de velocidad son una de las mejores formas de activar tu metabolismo para conseguir que tu cuerpo pierda más grasa. Cuando corres rápido consumes muchísimas calorías y además hay un efecto de elevación del consumo a posteriori, que dura cerca de dos horas en las que seguirás quemando grasas. Además correr rápido es un estímulo para la producción de hormona del crecimiento (HGH). No es que vayas a aumentar de altura de repente, pero tus músculos sí que se verán beneficiados por este efecto y conseguirán más masa con más facilidad.
Prueba con alguna de estas tres opciones: de 6 a 8 repeticiones de 400 metros al ritmo de tu mejor tiempo en 1.500; de 4 a 5 repeticiones de 800 metros a ritmo de 5 km o de 3 a 4 repeticiones de 1.500 a tu mejor ritmo de 10 km. Estas sesiones mejorarán tu capacidad de quemar grasa.
2. Dobla
No sólo los profesionales pueden hacer doble sesión (correr dos veces el mismo día), un aficionado puede usar este recurso si no abusa de la intensidad de las dos sesiones y conseguir un plus de consumo calórico extra. Los picos de elevación metabólica se solapan con dos carreras al día y su efecto se multiplica. Pueden ser dos salidas a correr o una carrera y una sesión de pesas en casa o en el gimnasio. Si lo pruebas verás cómo algunos días te sorprenderá un curioso efecto de sentirte con más energía en la segunda sesión si ésta no ha sido excesivamente dura.
Como mucho puedes doblar un par de días a la semana si tu nivel no es alto. Esos días tienes que cuidar especialmente la alimentación, tomar alimentos de forma constante evitando grandes periodos para mantener tu nivel de energía alto y evitar que tu cuerpo se ponga en "modo ahorro" ayuno
3. Y sigue, y sigue…
Igual que el famoso conejito de Duracell, que el bicho no para, una de las claves para eliminar las grasas son los rodajes largos a ritmo moderado. No es necesario que eches la mañana entera, consideramos un rodaje "largo" entre 50 y una hora. El máximo recomendado, salvo que tengas mucha experiencia corriendo, es hora y media. Con estas sesiones consigues consumir entre 800 y 1.000 Kcal y además estás construyendo una excelente base para hacer posteriormente sesiones más intensas.
4. Rodajes a ritmo
Si sólo tienes 20 minutos o media, hora un rodaje a ritmo controlado es lo mejor que puedes hacer. Calienta 5 minutos y aumenta hasta ir una velocidad comprendida entre tu mejor ritmo de competición en carreras de 10 a 15 km, un esfuerzo intenso pero controlado y soportable. Consumirás más calorías a este ritmo que si fueras a la velocidad de tus rodajes largos. En media hora puedes deshacerte de entre 350 y 450 Kcal, según tu peso.
5. Marcha nocturna... y mañanera
Este entrenamiento sólo lo recomendamos para los corredores con cierta experiencia, no para principiantes. Intenta cenar pronto, de forma no muy copiosa, y un par de horas después sal a trotar a ritmo suave-medio entre 20 y 30 minutos, de esta forma vaciarás parcialmente tus depósitos de glucógeno. Por la mañana, antes de desayunar haz de 45 minutos a una hora de carrera a ritmo constante no muy intenso. Estarás consumiendo primordialmente grasa. Este combo de dos sesiones te permitirá eliminar más de 1.000 Kcal.