Respeto al adversario, juego limpio, educación… junto a contacto físico y confrontación. El rugby es una mezcla explosiva de adrenalina, valores y emoción. Un deporte que desde su nacimiento ha sido todo un ejemplo de conducta deportiva.
El rugby es un juego de equipo con reglas fáciles y mecanismos tácticos fijos. Es importante comprender cómo hay que situarse en el campo para ser útil a los compañeros. La peculiaridad es que el balón sólo se puede pasar hacia atrás con la mano, mientras que con el pie sí está permitido lanzarlo hacia delante. A lo largo de un partido, de promedio un jugador tiene el balón en las manos sólo durante un minuto; el resto del tiempo deberá dedicarse a apoyar y colaborar con el colectivo. El IRB (International Rugby Board) es la institución que regula el rugby a nivel mundial, mientras que en España la Federación Española de Rugby se encarga de organizar el mundo oval.
¿Qué me pongo?
A diferencia del fútbol americano, los jugadores de rugby no suelen llevar protecciones llamativas. Sólo se permiten protecciones acolchadas de menos de 5mm, sobre todo en los hombros. Y últimamente se está utilizando mucho el casquete, principalmente entre los delanteros, con el fin de proteger las orejas de los roces en las melés. Medias cortas de contención, tobilleras y rodilleras completan el kit.
¿Cómo nos colocamos?
Los quince jugadores de un equipo de rugby se dividen en dos grandes grupos: ocho delanteros (del 1 al 8, “los que empujan el piano”) y siete zagueros (del 9 al 15, “los que tocan el piano”). El 1 y el 3 son los pilares (los más pesados y fuertes), el 2 es el talonador, los tres juntos forman la primera línea de melé. Por detrás de ellos se sitúan los dos segundas líneas (4 y 5), los más altos del equipo habitualmente. Completa el cuadro delantero la tercera fila de melé: dos alas (6 y 7) y un tercer línea centro (8) mantienen la formación más equilibrada.
La zaga (“los tres cuartos”) se la reparten un medio melé (9), encargado de dirigir a los delanteros; el medio de apertura (10), responsable táctico del equipo y lanzador de faltas; los dos centros (12 y 13) que percuten ante la defensa rival y placan con oficio; los dos alas (11 y 14), que deben convertir el juego en ensayo; y el zaguero (15), el hombre más retrasado del equipo, es el encargado de recibir los balones pateados por el rival y apoyar a sus compañeros en ataque. Además de la versión de 15 jugadores, existe el rugby de 13, de 7 y rugby playa.
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El terreno de juego
El campo de juego tiene unas medidas máximas de 100m de largo por 70 de ancho, más dos zonas de ensayo (de entre 10 y 22m). Los postes están separados entre sí por 5,60m y unidos por un travesaño situado a 3m de altura. Las 3 líneas del campo son la del centro de la cancha; la de los 10 metros (desde el centro del campo), que indica la distancia mínima que debe recorrer el balón cuando un equipo saca desde el centro del campo; la de 22 metros (desde el centro del campo), que es la más próxima a la zona de ensayo. En los saques de banda hay líneas discontinuas que indican los límites en los que pueden colocarse los jugadores en un saque de lateral (touch). Dos tiempos de 40 minutos y un intervalo de 10 marcan el crono de un partido de rugby.
La transformación
Tras el ensayo (5 puntos), se concede al equipo anotador el derecho añadido a patear un saque de falta hacia los postes de goal. Si el balón pasa entre ellos y por encima del travesaño, se anotan 2 puntos más. Los balones ovalados se deben golpear en una determinada parte dependiendo del efecto que quieras efectuar. En la zona lateral obtienes mucha potencia, pero pierdes dirección; en cambio, más precisa es la patada en la punta del balón aunque pierde algo de potencia.
La melé
La melé es una formación de 16 jugadores, 8 de cada equipo, que colocados de una manera reglamentada, disputan el balón. Se produce por un pase hacia adelante o si a un jugador se le cae el balón y lo vuelve a coger. En el rugby cada número representa el puesto en que uno juega; en concreto la melé la forman los ocho primeros números y el 9 (medio melé) es el encargado de introducir el balón una vez que todos están en su puesto.
El talonador (2), cuando el 9 introduce el balón, tiene que talonarlo para que llegue a los pies del 8. Los agarres en la melé son fundamentales: el 1 y el 3 se agarran al 2 y éste a los pilares. Los segundas (4 y 5) se cogen entre ellos y también a su correspondiente pilar, el 4 al 1 y el 5 al 3. Los terceras están en los flancos de la melé: el 6 se agarra con todo su brazo al 4 y el 7, al 5. Y por último, el 8, encargado de cerrar la formación, se engancha a sus dos segundas.
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• Una vez que la melé está formada, no se puede empujar hasta que el balón ha sido introducido por el medio de melé.
• Cuando el balón está dentro de la melé, no se puede tocar con las manos, excepto si el último jugador de la formación lo coge para salir jugando con él. Sólo en dos ocasiones no rige esta regla: o para marcar un ensayo o bien hacer un anulado en la zona de marca.
• No se puede formar a menos de 5 metros de la línea de lateral o con la línea media de la melé dentro de los 5 metros de la línea de marca.
• El talonador no debe estar "colgado" de sus pilares y puede disputar el balón cuando éste se introduce en la melé, sea introducido por su medio melé o por el contrario.
• Las melés pueden girarse voluntariamente y de esta forma poder intentar recuperar el balón.
“El tercer tiempo”
El rugby no se concibe sin incluir el “tercer tiempo” al final del partido. Cerveza y buen ambiente unen a los jugadores de ambos equipos y ya es parte integrante del partido como forma de socialización y respeto.