Descender un barranco es sencillo si se conoce la técnica, se lleva el material adecuado y se posee experiencia. De modo que si algo de esta lista falla, mejor que no vayas por tu cuenta y contrates los servicios de un guía. Es más seguro y podrás disfrutar el doble de estos gigantescos parques de atracciones en plena naturaleza con sus toboganes, saltos, cascadas, piscinas, tubos, tirolinas…
Un barranco también es exploración. Es sentirse descubridor de un lugar al que no todo el mundo tiene acceso. Es jugar a ser explorador de un lugar nuevo. Un cañón cambia su fisonomía de un año a otro, de una temporada a otra, incluso cambia dependiendo en el momento del día que lo realicemos. El caudal del agua tiene un papel fundamental y en los estrechamientos, en las pozas, también la luz juega con las sombras creando sensación de un decorado nuevo.
Si a esto le añadimos que nuestro país es uno de los mejores lugares de Europa para el barranquismo, tal variedad, nos va a permitir tener barrancos para rato. Hay cañones en Galicia, Asturias, País Vasco, Valencia, Mallorca, Canarias, Andalucía, Cataluña y, como no, en la meca mundial de este deporte: en Huesca, en la sierra de Guara. Allí su concentración es tal que es complicado hacerlos todos en una sola temporada. Hay cañones sencillos, tranquilos, acuáticos, largos y luego están los denominados deportivos, que en definitiva son los que más técnica precisan, y los que deben evitarse si no somos expertos.
El barranquismo mezcla natación, espeleología, escalada y prudencia. Lo fundamental es conocer las maniobras de cuerdas, el montaje de rapeles, su descenso, el uso correcto del material duro –descendedores, mosquetones, bloqueadores- e incluso el modo de saltar a una poza o el deslizarse por los denominados toboganes. Es también importante saber interpretar los croquis, la topografía del barranco en cuestión, y saber si estamos a la altura de su técnica o esfuerzo. Puede darse el caso de que elijamos un cañón en el que el tiempo de descenso no supere las tres horas, pero la complejidad de sus rapeles supere nuestros conocimientos, o por el contrario elijamos un barranco exento de saltos y sea excesivamente natatorio y por tanto cansado. Lo que se traducirá en mayor tiempo en su descenso. Hay que vigilar los horarios, el caudal, la meteo y preguntar si el barranco tiene aportes de alguna presa en su curso superior.
Esa es la táctica, en lo que respecta a la técnica, hay que saber rapelar. Hacerlo en un medio seco no es lo mismo que en una cascada, tampoco lo es el manejo de una cuerda y las maniobras que conlleva. Incluso el material antes derivado de la escalada y espeleología, ya es específico del barranquismo. Desde los neoprenos hasta las cuerdas que se utilizan. Ponte al día, antes de adquirir algo.
→ Neopreno: son especiales para barrancos, con protecciones de kevlar en las partes de máximo roce. Su grosor es variable en pecho y extremidades.
→ Casco: Son de escalada con muchas aireaciones –para la salida del agua- y sin acolchados de espuma.
→ Arnés: Los hay de barrancos y sirven los de espeleo. Los de escalada tienen acolchados que al final el agua destroza.
→ Calzado: Hay botas –cubren el tobillo- de barrancos con suelas especiales y diseñadas para aliviar el agua con rapidez.
→ Descendedor: el más utilizado es el ocho – el de cuernos evita el peligroso nudo de alondra- acompañado por un mosquetón de seguridad con cierre preferentemente sin rosca (se puede trabar).
→ Cuerdas: Las semi estáticas hidrófugas (flotan y no chupan agua, evitando que la cuerda doble su peso) son las específicas. Se compran por metros (hay barrancos en los que llevar cuerdas demasiado largas es un engorro) y su grosor varía entre 8 y 10 mm.
→ Baga de anclaje: En forma de "v", dos cordinos o cintas planas salen de un mismo punto del arnés con mosquetones de seguridad en sus extremos. Permiten realizar las maniobras de pasamanos y aproximaciones a rapeles con seguridad.
→ Saca o mochila: Las de barranco están confeccionadas en PVC y tienen aliviaderos para el agua. Imprescindibles para transportar la cuerda y evitar enganches.
→ Bidón estanco: Imprescindible para llevar botiquín, las llaves, algo de comida…Los hay de muchos tamaños. Pueden servir como flotador en pozas largas.
→ Guantes: Hay partidarios de no usarlos, pues se pierde tacto en las maniobras de cuerdas. Suelen llevarse en barranco fríos.
El barranquismo o descenso de barrancos tuvo sus inicios en Francia y contrariamente a lo que se piensa fue antes Palma de Mallorca y su Torrent Sa Fosca, que la propia Sierra de Guara -la meca europea del canyoning- la pionera en albergar este deporte. La proximidad de las zonas pirenaicas españolas a la frontera francesa y las posibilidades ofrecidas por su orografía, hicieron que rápidamente nuestro país fuera el laboratorio del descenso de barrancos. Aunque las primeras exploraciones tuvieron fechas de los años 60, la actividad tomó auge en los 80. El sistema tradicional de utilizar pequeñas barcas neumáticas o flotadores fue rápidamente sustituido por la rapidez de ir equipados con trajes de buceo y equipo de espeleología.
→ Tírate al barranco seguro
- Elije el cañón en función de tu nivel. Estudia su croquis, te dará pistas del material necesario y del horario.
- Un grupo de muchas personas multiplica el tiempo de descenso, sobre todo en los rapeles.
- Infórmate del estado del barranco y la meteo. Una crecida por lluvia es una trampa y los cañones cambian según el caudal de cada temporada.
- Muchos cañones poseen largas pozas. Algunas sin posibilidad de descanso. Hay que contar con saber nadar con la mochila, las botas y el arnés. Aunque el neopreno hará de ligero flotador, también nos restará agilidad y deberemos emplear más energía en bracear.
- Rapelar por una cascada exige cierta técnica. Las paredes suelen resbalar, el descendedor en la cuerda mojada no se comporta igual, una ligera cascada sobre nosotros puede ponernos nerviosos, al bajar a una poza la cuerda puede liarse y tener dificultades al retirarla del descendedor… no te arriesgues a lo que no sabes.
- La postura de rapel estable es con las piernas abiertas y asentadas. La cabeza debe recepcionar el agua mirando hacia abajo.
- En ocasiones hay que evitar bajar en medio de la cortina de agua aunque parezca lo más divertido.
- Los saltos son una parte muy divertida del descenso, pero deben tomarse con precaución. Antes de saltar hay que inspeccionar la zona de recepción y los posibles obstáculos. Un barranco es un río vivo y lo que hace unas horas era una poza limpia puede que haya cambiado.
- Los saltos también tiene su técnica y deben hacerse formando un bloque con el cuerpo, con los brazos recogidos. Muchos saltos en estrechos deben hacerse imprimiendo un movimiento de giro para no chocar con alguna de las paredes.
- La técnica del tobogán pasa por no dejarse deslizar con el cuerpo en ángulo recto para evitar voltearnos hacia delante. Debemos dejarnos deslizar como una momia con los pies hacia delante.
→ Para rapelar
- Montar un rapel implica conocer los diversos anclajes que presenta las cabeceras de rapel. Aunque se parecen, no hay rapel igual. En ocasiones hay que reforzar los puntos de seguro. El paso de cuerda en doble por las anillas exige conocer la técnica.
- Para la primera vez el rapel debe ser guiado y en simple. Un compañero experimentado debe bajar primero y sujetar la cuerda.
- La cuerda debe introducirse en el ocho de arriba abajo.
- Para rapelar en simple sin guiado debe emplearse el modo Vertaco para evitar el nudo de alondra.
- Las grandes cascadas suelen rapelarse con doble cuerda en el ocho.
- El rapel correcto para ir con principiantes es el denominado rapel con desembrague, que permite bajar desde arriba en caso de que el compañero inexperto se trabe en medio de la cascada. También es una medida de seguridad para expertos.
- La llave de bloqueo es un nudo que permite pararte en medio de un descenso y soltarte de manos.
- Las cuerdas deben lanzarse sin enredos y con la medida justa para que en la llegada a una poza, si ésta lo permite, se caiga desde un metro o 50 centímetros. Así se evita que la cuerda se enrede o se pierda tiempo en sacarla del ocho.
- El último que rapela debe comprobar que la cuerda se va a recuperar sin problemas desde abajo (enredos, roces…)
- Bajar con mochila en cascada puede ser peligroso. El agua puede frenarnos o voltearnos. En ocasiones se cuelga en corto en el arnés o se baja independiente.
→ Palabrejas
- Badina: es una poza redondeada por la erosión, también se le llama bañera.
- Obscuro: Zona del cañón sin apenas entrada de luz
- Lavadora: Corriente de agua circular y peligrosa, también llamada rebufo.
- Instalación: indica el lugar para instalar un rapel.
- Chapas: Anclajes de los que normalmente penden unas anillas o maillones para rapelar de ellos.
- Pedal: Estribo de pie que se utiliza para remontar cuerda en caso de necesidad.
- Llave de seguro: nudo de fuga para pararse con el descendedor.
- Kit boule: nombre comercial que ha trascendido al acto de sacar cuerda del petate de modo ordenado.
→ Barrancos en España
En www.barranquismo.net y www.descensodebarrancos.com figuran muchos de los existentes en nuestro país. También hay información de técnicas básicas y consejos acerca del material.
Un libro de cabecera tanto para el que se quiera iniciar como para el ya comprometido con el deporte es la nueva edición del Manual Técnico de Descenso de Cañones (Escuela Francesa de descenso de Cañones. Ed. Desnivel)