La memoria y los resultados

"Anticiparnos en el deporte es una conducta inteligente…casi siempre"

Irene Rios

"Anticiparnos en el deporte es una conducta inteligente…casi siempre"

¡Qué sería de nosotros sin memoria! Nada. La memoria nos facilita la vida, permite que sepamos cómo reaccionar ante determinadas situaciones porque tenemos el recuerdo de lo que requiere ese momento. Esta es una de sus muchas funciones, la de permitirnos anticiparnos a lo que viene. Anticiparnos en el deporte es una conducta inteligente…casi siempre. La anticipación está basada en la intuición -que creo que va a suceder- y en la memoria -como ocurrió la vez anterior-, y esto permite intuir una experiencia similar para la siguiente ocasión.

Anticiparnos nos ayuda a planificar, a buscar soluciones y a tomar decisiones. Pero en muchos casos, la memoria de las emociones, la que hace referencia al recuerdo de lo mal o lo bien que lo pasamos durante la competición, la carrera o el entrenamiento, nos predispone para volver a sentir lo mismo. Y de aquí a la profecía autocumplida solo hay un paso.

Una mala experiencia deportiva puede deberse a no haber alcanzado el resultado deseado o también puede deberse a la sensación negativa experimentada, ansiedad, frustración, miedo, rabia. Nuestro cerebro realiza asociaciones continuamente, buscando así facilitarnos la vida. Así, si vemos por la calle a alguien con un cuchillo en mano con cara de malas intenciones, nuestro cerebro lo asocia con “peligro".

Y esto nos permite aprender que la próxima vez (raro sería encontrarnos dos veces a alguien con un

"Una mala experiencia deportiva puede deberse a no haber alcanzado el resultado deseado" "Una mala experiencia deportiva puede deberse a no haber alcanzado el resultado deseado"

cuchillo en la mano y cara de pocos amigos, pero en el supuesto de que así fuera) podamos reaccionar con rapidez porque nuestro cerebro ya sabe que esa situación supone una amenaza para nosotros.
Y lo mismo nos ocurre en el deporte y en la vida. Participas en una carrera para la que has entrenado mucho, te has cuidado, has renunciado a una noche de juerga con amigos por levantarte pronto para entrenar, y el miedo a fracasar, a no estar a la altura, te ha hecho sentir mal, incluso has tenido dolores de estómago, no paras de tener pensamientos obsesivos que te decían que “ya verás" y solo sentías malas sensaciones. En definitiva, sufriste, no por el esfuerzo de la prueba, que te hubiera encantado tener, sino porque no supiste gestionar tus emociones y pensamientos. Así que el próximo día que tengas que competir, tu memoria te dirá “ojito, que correr no es algo agradable cuando compites, a ver si te vas a poner nervioso otra vez y vas a tener que abandonar".

En estos casos, la memoria y la anticipación nos recuerdan que es un momento desagradable y que te preparas para sufrir. Si no actúas a nivel psicológico, estás perdido, porque terminarás encontrándote aquello que vas planificando. Pero, por otro lado, la psicología deportiva te ofrece recursos para que puedas gestionarlo de forma correcta y que una mala experiencia no te deje en el camino:

1.  Piensa que es pasajero y que no siempre te tienes que sentir igual. Acepta que te ocurrió una vez pero que no tiene por qué ser siempre así. Pensar que es un hecho puntual en lugar de algo perenne te ayudará a relajarte.

2. No analices de más. Darle muchas vueltas a la experiencia es más el problema que la solución. Saca conclusiones y soluciones, pero deja de rumiar.

3.    Cuando tu mente te diga, pero “y si…" contéstale con lo contrario, solo eso, sin razonar. Si te dice “y si me vuelve a pasar", respóndele “y si me sale como he entrenado". Sin más argumentos.

"Juega y diviértete con tus preocupaciones" "Juega y diviértete con tus preocupaciones"

4. Juega y diviértete con tus preocupaciones, les quitará valor y reducirá la ansiedad. Si la mente te dice “ya verás, con lo mal que lo pasaste, sufrir otra vez sería horrible", imagínate como si fueras la viñeta de un cómic, el dibujo de Mortadelo retorciéndose de ansiedad en la carrera, poniéndose rojo fosforito y explotando en medio de la competición. La parte cómica de nosotros, reírnos de lo que es inútil, nos confiere control. Nos permite decidir cuánto es de importante el problema.

5. Escribe la historia a tu manera. Es cierto que has vivido una experiencia negativa, pero puedes reinventarla. Dedica unos minutos a redactar la carrera, el partido o la competición que te gustaría vivir, siempre desde la parte que es controlable: qué te gustaría decirte, cómo te gustaría sentir, qué sensaciones querrías tener.

Tu memoria es tu aliada, no le permitas que te amargue, te sugestione y lleve al traste una competición antes de que copetirla.