Cómo ahuyentar un perro cuando estás haciendo deporte

Llevo muchos años montando en bici, patinando, corriendo y haciendo caminatas por calles y caminos de muchos lugares, y no hay nada que me ponga más nervioso que encontrarme con un perro, sin saber si me va a morder o está jugando, como siempre dicen los dueños.

Miguel Ángel Rabanal. www.intelligentrunning.es / www.deporteinteligente.com

Cómo ahuyentar un perro cuando estás haciendo deporte
Cómo ahuyentar un perro cuando estás haciendo deporte

Lo que está claro es que cuando nos encontramos con un perro que va hacia nosotros debemos tomar precauciones y más cuando llevamos una cierta velocidad ya sea en bici, en patines o corriendo, porque los perros se suelen alterar más de lo normal que cuando vamos andando.

Yo sinceramente, soy un “cagao" para los perros, incluso de los más pequeños, y cuando veo que vienen hacia mí siempre pienso que me van a morder y se me dispara el pulso mucho más que haciendo deporte, pero hay unas medidas que suelo adoptar y que me suelen funcionar.

Para empezar hay que decir que nuestra reacción va a ser clave en el comportamiento que tenga el perro. Es importante mantener la calma, reducir la velocidad que llevemos y evitar huir de él; si a pesar de esto continúa detrás de nosotros, lo mejor es pararse y saber con qué intención viene el perro, si se acerca con ganas de jugar, pues nos paramos y esperamos a que se marche.

En caso de que percibamos que quiere mordernos, hay que tener presente que cuanto más nerviosos nos pongamos habrá más posibilidades de que lo haga; es conveniente no gritarle, ni levantarle la mano, golpear el pie contra el suelo o hacer amagos de moverse rápido.

Por lo general hay que evitar todo lo que pueda alterar al perro, y ten presente que si optas por correr muy rápido o acelerar con la bici para dejarlo atrás, va a ser difícil porque son capaces de alcanzarte con mucha facilidad así que ni se te ocurra huir de él porque te morderá casi fijo. Siempre debemos mostrarle que no somos una amenaza y que no tenemos miedo manteniéndolo en una visión periférica y sin mirarle a los ojos, mostrando indiferencia y sin apenas gesticular, de esta manera el perro perderá interés y se marchará.

En definitiva, habrá que pararse como un árbol y tener la confianza que no nos va a morder ya que el perro realmente lo único que tiene es curiosidad por todo lo que se mueve.