El reto de subir a la cima del Aneto

Este verano nos fuimos al Pirineo Aragonés para coronar sus dos "techos": el Aneto y el Posets. Esta fue nuestra experiencia y nuestros consejos si lo tenéis en vuestra lista de cosas por hacer.

Elena Ardizone, Miguel Ángel Delgado, Yolanda Vázquez Mazariego, Joan Marc (guiescarrosdefoc.com) y Fran Chico

El paso por el glaciar ya cerca de la cima del Aneto
El paso por el glaciar ya cerca de la cima del Aneto

Nuestro objetivo era coronar el Aneto (3404 m), segunda cima de la península ibérica. Es cierto que unos días antes de salir vimos por todos lados la noticia de las colas que se formaban en el paso de Mahoma ya a dos pasos de la cumbre. Pero ya estaba todo reservado y allí nos fuimos.

La ruta más clásica para subir la cima más alta del Pirineo español es por el aparcamiento de La Besurta (1900 m) y desde allí subir hasta el Refugio de La Renclusa (ya estás a 2140 m). Nosotros no pudimos conseguir sitio por lo que dormimos en Benasque, nos quedamos en el Hostal Parque Natural, 100% recomendable, y hacer subida y bajada en un día pero por el Collado de Coronas.

Antes tocó pasar por el alquiler para conseguir los crampones y los piolets que nos faltaban y encontrarnos con Joan Marc, el guía de montaña que habíamos contratado. A las 3:30h de la mañana sonó el despertador. Desayunamos y nos fuimos a coger el autobús que salía a las 5 am desde Benasque por la Vallibierna (24 € ida y vuelta, por un viaje de 45 min).  El bus nos dejó a las 6 am junto al Puente de Coronas (1995 m). Allí encendimos los frontales y comenzamos a caminar. Durante la subida te van sorprendiendo los diferentes ibones de Coronas, el más alto de ellos ya a 2740 m. Una vez aquí empieza el “rock and roll”. Primero tienes que superar la gran morrena glaciar con “una chimenea final” para llegar a la Collada de Coronas (3208 m). Aquí nuestro recorrido desde el lado sur se une con la ruta que asciende desde el norte, desde el refugio de La Renclusa. A partir de este punto ingresamos en el glaciar del Aneto. Las condiciones eran muy favorables. Debido al calor, no había hielo y no tuvimos necesidad de usar los crampones, nos bastó encordarnos y auxiliarnos con el piolet.

image00009
Paso de Mahoma

Pasado el glaciar tienes la cima del Aneto a la vista… pero te queda el Paso de Mahoma. Es una arista aérea de apenas de 30 metros, no apta para gente con vértigo. Joan Marc decidió que pasáramos encordados para evitar sustos. Y tras 5 horas estábamos en la cumbre, en la gran cruz que había subido el helicóptero de la Guardia Civil unos días antes.

Pero estaba lejos de estar todo hecho, la bajada es ‘matadora’. Tardamos una hora más en bajar que subir rozando (nos sobró un cuarto de hora) el tiempo límite para coger el último autobús. Se nos agotó el agua y tuvimos que asumir el riesgo de cogerla de los arroyos del deshielo añadiendo pastillas de sales. Y como último sobresalto, la bota de Miguel Angel se desmontó completamente en el último kilómetro y tuvimos que recurrir al esparadrapo del botiquín para que aguantará hasta el aparcamiento.

Sobre la gente que encontramos, en la subida hasta el Collado de Coronas apenas 4 personas; en la zona del glaciar ya había más gente, pero en el paso de Mahoma, que hay que hacer de uno en uno, no esperamos ni 3 minutos. A las 7:30 pm volvimos al hotel, 15 horas después, cansados y con los dedos de los pies tocados por las botas, pero felices y con ganas de celebrar haber hecho cumbre con una cerveza y una buena cena en Benasque.

image00005
En la cima del Aneto....¡reto superado!

Nuestro segundo objetivo del viaje era la segunda cima del Pirineo, el Posets (o Punta de Llardana), con sus 3368 metros. Tras dormir a pierna suelta y un desayuno de reyes “post-Aneto”, sin prisa nos fuimos hasta Eriste, a darnos un baño refrescante en la piscina y comer, para coger el bus que sube hasta la cascada de Espantigosa dónde arranca la ruta. La ruta al Posets no es tan técnica, lo que permitió a nuestros pies el descanso de cambiar las botas por las zapatillas de trail running. En una caminata de menos de 2 horas (superas 600 m de desnivel) llegas el refugio Ángel Orus, por un camino precioso con pozas cristalinas de agua fría en las que te puedes bañar, y llegar a tiempo para tomar una cerveza con la puesta de sol en su espectacular terraza antes de cenar.

A las 5:30 am, todos en pie para tenerlo todo preparado y desayunar rápido para salir a las 6. Después de venir del Aneto, con sus pedregales interminables, subir al Posets resulta más cómodo y te deja una gran variedad de paisajes con zonas preciosas como el Diente de Llardana al que llegas tras pasar la canal Fonda. En menos de 4 horas, sin necesidad de piolet o crampones, llegamos a la cima con unas vistas maravillosas al ser la más aislada de las grandes montañas pirenaicas. La rodean: el Gran Bachimala, el Gourgs Blancs y el Perdiguero al norte), y el Aneto y la Maladeta al este). Desde el refugio hay 1275 m; más larga es la bajada, tienes que ir hasta el aparcamiento de la Pleta de Estallo, lo que supone un desnivel negativo de 1875 metros.

image00002
Un baño en el "paraíso": el mejor premio tras la ascensión al Posets

Las uñas negras nos recuerdan lo vivido mientras escribimos este artículo en la redacción de SPORT LIFE junto a Madrid Río. Pero cada vez que cerramos los ojos podemos volver a ver ese espectáculo sin igual de los paisajes de picos e ibones desde los gigantes del Pirineo que se quedan en tu retina para siempre.

image00001
Cima del Posets