Medallitis, el virus pasajero del deporte español

¿Qué podemos esperar cuando todavía seguimos esperando que igualen el IVA del deporte al cine o al teatro?

Fran Chico

La selección española de waterpolo femenino, medalla de oro en París 2024
La selección española de waterpolo femenino, medalla de oro en París 2024

La actuación del equipo español en los Juegos de París ha dejado un sabor agridulce. Se habían creado tantas expectativas (hasta el punto de dar por seguro que se superarían las 22 medallas, ojo, 13 de oro, de Barcelona ’92) que al final las 18 logradas en Paris han sabido a poco. Es la “medallitis”, ese virus que reaparece cada 4 años pero que, como un leve resfriado, pasa rápido y se olvida.

Está claro que la estructura del deporte español en muy mejorable. Empezando por el hecho de que en cinco años se ha cambiado ¡cinco veces! el Presidente del Consejo Superior de Deportes, el máximo responsable del deporte en España. Vamos, que cuando empiezan a enterarse viene otro. También en deporte hay que sembrar para recoger.

Podemos verlo en el ejemplo de los ingleses. En 1996 en los Juegos Olímpicos de Atlanta ganaron 28 medallas. Entonces el Gobierno decidió destinar una gran parte del dinero que obtiene de las loterías al deporte olímpico y paralímpico. Ahora están siempre por encima de las 60 medallas. Pero que podemos pedir a nuestros políticos para el deporte cuando no han sido capaces de igualar el IVA del deporte (21%) al del cine o el teatro (10%).

El problema es que el deporte sólo les importa realmente cada 4 años. Tanto el deporte de elite como el deporte-salud. Por supuesto que todas las medallas olímpicas tienen un gran valor para el país, pero la verdadera medalla de oro es tener un país deportista, en el que cada uno a su nivel realiza actividad física y mejora su salud.

Invertir de verdad en deporte, a todos los niveles (elite, niños, personas mayores…) nos dará más medallas olímpicas, pero nos dejará algo todavía mejor: una sociedad más sano y con los valores del deporte: cultura del esfuerzo, respeto por el rival, juego limpio, trabajo en equipo, confianza en uno mismo, disciplina.