No se consiguió la unanimidad (el grupo Podemos votó en contra), pero con 28 votos a favor ayer la Comisión de Justicia del Congreso aprobó la reforma de Código Penal en materia de imprudencias al volante. Es la victoria de todos los que no queremos que la carretera se convierta en una selva, vayamos en la bici o conduciendo. A falta de que lo apruebe el Congreso (que parece un mero trámite tras recibir el apoyo de todos los grupos parlamentarios menos Podemos) y pase al Senado, el cambio normativo tipificará como delito penal (con castigos de hasta cuatro años de cárcel) la huida tras un accidente y se juzgará por esa vía los accidentes ocurridos por negligencias.
Lo triste es que no se ha conseguido que se endurezcan las penas por homicidio cuando el conductor circula bajo los efectos del alcohol o las drogas (debe ser que a los políticos les parece bien…) que se mantienen en los cuatro años cuando hay una única víctima cuando se había pedido subirlo a seis. No parece que sea el mejor mensaje para mandar a la sociedad cuando es urgente erradicar los cientos de casos de accidentes de tráfico que tienen detrás las drogas o el alcohol.
Pero siendo positiva esta noticia, yo con lo que me quedo es con la lección que nos ha dado Anna González. Estamos todo el día quejándonos de los políticos, de que no se pueden cambiar las cosas, que estamos hartos... pues Anna nos ha demostrado que SÍ SE PUEDEN CAMBIAR LAS COSAS. Así, con mayúsculas. Ella empezó esta cruzada para que no hubiera más casos como el de su marido, atropellado por un camionero que se dio a la fuga. Anna empezó sola para luchar por este cambio. Luego muchos nos hemos ido sumando a su deseo de lograr una ley que sencillamente fuera justa.
“¿De verdad un ciudadano tiene que luchar tanto por algo que es elemental? Llevo tres años moviéndome, creando un movimiento social para que el legislador se dé cuenta de algo esencial. Quizá el legislador debe bajar al mundo real. Es triste que la política española funcione así". Esta es la reflexión de Anna ahora que parece que su ley justa ya está aquí (si un adelanto electoral no lo impide, claro).
Yo, como ciclista y sobre todo como ciudadano, quería decirte; “Muchas gracias Anna González". Los que amamos el ciclismo, los que amamos la vida, siempre te estaremos agradecidos. Esta es una ley justa, pero sobre todo es la ley de Anna.