Un verano diferente

Lejos quedaron ya esas vacaciones con la familia donde durante un mes se hacia un éxodo masivo hacia la costa para tirarse al sol, comer todo el día y no hacer nada de nada. Tenemos aún la idea de que estas son las vacaciones perfectas, pero la realidad nos dice que este tipo de retiro es un cambio drástico en nuestros hábitos y que mas que proporcionarnos un descanso, nos termina desajustando los biorritmos.

redaccion

Lejos quedaron ya esas vacaciones con la familia donde durante un mes se hacia un éxodo masivo hacia la costa para tirarse al sol, comer todo el día y no hacer nada de nada. Tenemos aún la idea de que estas son las vacaciones perfectas, pero la realidad nos dice que este tipo de retiro es un cambio drástico en nuestros hábitos y que mas que proporcionarnos un descanso, nos termina desajustando los biorritmos.

Míticas series como "verano azul" o los anuncios publicitarios de hace unos años, nos vinculaban las vacaciones de verano con helados, cerveza y el clásico chiringuito de playa. Hoy en día la sociedad ha cambiado mucho; es difícil tener todo un mes entero de vacaciones, la playa está siendo desbancada cada vez mas por la montaña y el turismo rural y afortunadamente, se percibe al verano como una época para hacer ejercicio y cuidarse, y no tanto para comer con gula y beber sin cesar.

Han aparecido nuevos desordenes como el denominado “síndrome postvacacional", que no es más que un desorden y desajuste de todo nuestro organismo a nivel físico y mental que se desencadena al volver a afrontar nuestra vida cotidiana después de unas semanas de vacaciones. Muchas personas vuelven de vacaciones cansadas, desajustadas y en algunos casos, incluso estresadas. Se vuelve bajo de forma, con sobrepeso, mala conciencia, sueño trastornado, etc. Y es que, aunque no lo parezca, un cambio tan drástico en nuestros hábitos puede llegar a colapsar a nuestro organismo, y las vacaciones pasan a ser la causa de estos estados no deseados.

Afortunadamente, cada vez son mas los que se pasan del chiringuito a los largos paseos al atardecer. Cada vez son mas los que piensan que las vacaciones no son para no hacer nada, estar tirado al sol durante horas o comer y beber compulsivamente, una dosis de ejercicio mejorará nuestros días de vacaciones y no nos privará de disfrutar de la comida o el merecido descanso, es más, está comprobado que una vida activa mejora y regula el apetito, podemos comer más y el descanso es mucho mas satisfactorio.

Si eres de los que corren por la playa, madrugan para hacer unas flexiones, suben una montaña o se queda a hacer unos largos cuando cierran la piscina, estás en el camino acertado para disfrutar de tus días de vacaciones. Seguro que aun encuentras a personas que te recriminan tu actitud activa en un periodo de vacaciones, que no entienden porqué no te tomas dos platos más de la rica paella, o porqué te llevas la botella de agua y no prefieres unos litros de cerveza. No te preocupes en intentar convencerles de que llevar una vida activa y saludable no esta ni mucho menos reñido con disfrutar (y mucho mejor) de tus vacaciones, estas personas tendrán su respuesta con el sobrepeso, los desajustes del biorritmo y los desequilibrios musculares. El tiempo nos dará la razón.

Si observas la sociedad, todo va en esta dirección, en los anuncios del verano aparece la gente haciendo deporte, se promociona la cerveza sin alcohol, los clásicos chiringuitos de playa ya incluyen comidas saludables y la oferta de vacaciones deportivas y multiaventura inundan las agencias de viaje. Quizás no sea tan extraño disfrutar de nuestro periodo de vacaciones estivales haciendo ejercicio y manteniendo hábitos saludables.

Por ultimo, hay que destacar el componente psicológico, la sensación de bienestar, las endorfinas siguen siendo un potente opiáceo endógeno que nos hace sentirnos bien y que nos regula todo nuestro estado mental, esto si que nunca se podrá pedir por raciones en el chiringuito o vendrá incluido en un viaje de una agencia. Estas sensaciones las puedes obtener cuando quieras, pero nada mejor que sobre la cima de una montaña, durante una puesta de sol o el bosque rodeado de naturaleza. El periodo de vacaciones nos invita a reflexionar, a relajarnos, a llevar nuestra mente hacia esas sensaciones placenteras y nada mejor que unir estos marcos incomparables a una carrera, una sesión de estiramientos o un momento de relajante respiraciones.

Ahora tu decides ¿Quieres tu síndrome postvacacional para confirmar con tus compañeros del trabajo lo duro que es la vuelta, o quieres volver con las pilas cargadas preparado para la vida cotidiana?