El otro día me llegó una consulta de un lector de Sport Life que me contaba su caso. "Al pedalear, pero últimamente corriendo también lo noto, a pesar de llevar guantes. Mis dedos de las manos y de los pies están muy blancos y entumecidos. Veo que a los compañeros de grupeta no les pasa, ¿Cómo puedo solucionarlo?".
Hay aprender a lidiar esa sintomatología en los días de climatología adversa, usando la ropa técnica adecuada. Lo que nos cuentas que sientes en los dedos de los pies y de las manos, se trata de una particular y acentuada manera en la que tu cuerpo responde al frío exterior. Es probable que tengas el “síndrome de Raynaud”, por ello es conveniente que acudas al médico y le puedas enseñar fotos de los efectos que experimentas.
Esta particular y acusada respuesta que tienen tus vasos sanguíneos se explica por la vasoconstricción periférica. Los vasos sanguíneos ante la percepción por parte del sistema nervioso central de un descenso de la temperatura, humedad relativa elevada o/y la presencia de viento, desencadenan una constricción de los vasos sanguineos periféricos, con el objetivo de preservar la llegada de sangre a los órganos vitales internos. Esta respuesta puede tener efectos desagradables como dolor, sensación de tumefacción, coloración blanca de los dedos de manos y pies, en ocasiones en contraste con unas uñas moradas. Digamos que tener el síndrome de Raynaud es tener más acusada una respuesta del sistema vascular ante el frío, respuesta normal y necesaria para preservar el correcto funcionamiento de los órganos internos; una respuesta que es desagradable, pero que en situaciones extremas puede ser vital.
Esto que te ocurre es algo relativamente frecuente entre los aficionados al ciclismo. Es normal que en una grupeta numerosa haya algún ciclista que sufra síntomas parecidos a los tuyos, más mujeres que hombres a l@s que les ocurra también esa decoloración y tumefacción de los dedos. Cuando a igual protección, el resto de ciclistas sientan sus manos y pies calientes y no tengan esas desagradables sensaciones. Hay personas que el espasmo de las arterias se manifiesta bruscamente, produciéndose incluso ante un leve cambio de temperatura. Se produce simplemente por el hecho de quitarse unos segundos un guante para hacer una foto, o al descender una cuesta tras haber pedaleado previamente cuesta arriba.
El médico valorará recetar algún medicamento que reduzca la vasoconstricción, esto es que dilate los pequeños vasos sanguíneos de las falanges de las manos y pies. No creo que debas preocuparte más que tratar de prevenir y reducir el efecto de la pérdida de calor por el mecanismo de radiación y especialmente al pedalear, el de convección. Los dedos de pies y manos hay que aislarlos muy bien cuando se pedalea con temperaturas bajas porque el aire al desplazarnos roba literalmente la capa aislante de aire caliente que tenemos sobre la piel.
Mi recomendación pasa porque en los pies vistas un buen calcetín de fibras aislantes, que tapes con cinta las ventilaciones frontales de las zapatillas de ciclismo, que se necesitan abiertas en verano, uses unas punteras de neopreno (“toe warmer”), y coloques por encima de ellas unos botines aislantes e impermeables. Es muy importante que tanto el pie en el momento de calzarte, como las propias zapatillas, los calcetines y cubrezapatillas estén calientes. Hay ciclistas que cometen el error de dejar las zapatillas en el garaje o en los trasteros y el simple hecho de introducir el pie en su interior frío, desencadena la vasoconstricción. Para las manos es recomendable adquirir un buen guante. Aquel que tenga un tejido externo “para vientos” y en su interior cuente con cierto acolchado que permita el efecto aislante del aire caliente en contacto con la piel, pero no te dificulte un buen tacto y agarre del manillar y manipular las manetas de freno. Incluso puedes usar unos guantes muy finos de polipropileno o “lifa” como primera capa y colocar esos buenos guantes encima; este consejo funciona muy bien.
Por otro lado debes tener cuidado con las sustancias que producen vasoconstricción, evitar el exceso de café o algunos medicamentos como los que se usan para combatir las alergias. Aumentar la ingesta de frutas y vegetales por el potencial que las sustancias fitoquímicas tienen sobre el funcionamiento del sistema vascular. Espero que todos estos consejos te ayuden a reducir esa desagradable sintomatología y puedas disfrutar también de los entrenamientos en condiciones climatológicas adversas.