Vida Sana

Rebounding, el entrenamiento de saltos más seguro

El entrenamiento con saltos tiene muchas ventajas para la mejora de la forma y la salud articular, pero si no puedes hacerlo por dolor o lesiones, prueba el rebounding, una forma más segura de saltar y conseguir todos sus beneficios.

Yolanda Vázquez Mazariego

3 minutos

Rebounding, el entrenamiento de saltos más seguro

El entrenamiento con saltos tiene muchos beneficios para la salud osteoarticular, ya hay estudios de la NASA con entrenamiento de saltos que han hecho que se revalorice este tipo de ejercicios y que se implemente en la recuperación de los astronautas para mejorar la densidad ósea y muscular  pérdida por la falta de gravedad tras los viajes en el espacio. 

El problema de los saltos para muchas personas es que puede ser dañiño y doloroso cuando hay lesiones en las articulaciones, especialmente en las rodillas, tobillos y caderas, lo que hace que no sea recomendable entrenar con saltos, y se pierden las ventajas de este ejercicio, que es tan humano y natural que desde niños saltamos de un lugar a otro sin pensar, simplemente por diversión, y perdemos la función del salto por miedo a lesionarnos o al dolor que nos provoca saltar. 

El rebounding, es un entrenamiento de saltos que minimiza el riesgo de lesiones y dolor osteoarticular, y se está implementando por sus beneficios y sencillez. Te contamos en qué consiste, sus beneficios y cómo hacer una sesión para principiantes.

El rebounding es un tipo de ejercicio físico que se realiza sobre un mini trampolín individual (también llamado rebounder).

 

Se basa en saltos suaves, rebotes y movimientos rítmicos que aprovechan la elasticidad de la superficie para trabajar el cuerpo con bajo impacto.

 

Beneficios principales del rebounding

 

  1. Bajo impacto en las articulaciones → el trampolín absorbe gran parte de la fuerza del rebote, protegiendo rodillas, tobillos y columna.
  2. Mejora cardiovascular → aumenta la frecuencia cardíaca de forma segura y progresiva.
  3. Fortalece músculos y huesos → al trabajar contra la gravedad, estimula la masa muscular y la densidad ósea.
  4. Drenaje linfático y détox → los rebotes favorecen la circulación linfática, ayudando a eliminar toxinas.
  5. Equilibrio y coordinación → al tener que estabilizar el cuerpo, mejora la propiocepción.
  6. Quema de calorías → se calcula que 20 min de rebounding puede equivaler a 30 min de correr, pero con menos impacto.
  7. Bienestar mental → los saltos rítmicos liberan endorfinas y reducen el estrés.

 

Cómo hacerlo de forma segura

 

  • Elegir un buen trampolín. Debe ser estable, con superficie antideslizante y, a ser posible, con barra de apoyo si eres principiante.
  • Calzado. Se puede practicar con deportivas ligeras o descalzo (si el trampolín lo permite y tienes buena estabilidad).
  • Calentamiento previo. Con movilidad articular y rebotes suaves para preparar el cuerpo.
  • Empezar despacio. Al inicio basta con rebotes suaves, sin despegar mucho los pies de la superficie.
  • Buena técnica. Haz de mantener el abdomen activo, espalda recta y rodillas ligeramente flexionadas.
  • Duración progresiva. Comienza con 10–15 minutos, 2-3 veces por semana, para ir aumentando.

 

Contraindicaciones

No se recomienda en casos de problemas graves de equilibrio o vértigo, lesiones de rodilla, cadera o columna sin supervisión médica, embarazo avanzado (a menos que un especialista lo autorice).

 

Aquí tienes un ejemplo de sesión básica de rebounding:

  • 3 min → rebotes suaves de calentamiento.
  • 5 min → saltos bajos alternando pies.
  • 5 min → ejercicios de brazos y piernas (levantando rodillas, jumping jacks suaves).
  • 2 min → rebotes suaves de vuelta a la calma + estiramientos.

 

El salto controlado (en suelo o trampolín) es un ejercicio con beneficios probados para huesos, corazón, control de peso y coordinación, que cada vez cuenta con más evidencias y estudios sobre sus efectos en el bienestar psicológico y sistema inmune. Y se puede reducir el riesgo de lesión si se hace con técnica adecuada y en superficies seguras como el rebounding.

 

Fuentes:

ay varios artículos científicos que muetraan evidencias científicas sobre el entrenamiento de salto y la salud

En la salud ósea

  • Estudio (Vuori et al., 1994; Daly et al., 1999): los saltos repetidos ayudan a aumentar la densidad mineral ósea, especialmente en mujeres jóvenes, reduciendo el riesgo de osteoporosis en el futuro.

  • Meta-análisis (Zhao et al., 2014, Osteoporosis International): el ejercicio de impacto (como saltos) mejora significativamente la densidad ósea en columna y cadera en adultos.

En la salud cardiovascular y metabólica

  • Estudio (Bhattacharya et al., 1980, Journal of Applied Physiology): comparó rebounding con correr → el gasto energético fue similar, pero con menor impacto en las articulaciones.

  • Saltar de manera regular mejora la capacidad aeróbica y el VO₂ máx., favoreciendo la salud cardíaca.

En la composición corporal

  • Estudio (Edwards et al., 2018, Journal of Sports Sciences): programas de salto mejoran la fuerza muscular y reducen grasa corporal en personas activas.

  • El rebote continuo en trampolín puede ayudar a quemar calorías de forma eficiente.

En el bienestar mental y coordinación

  • El salto estimula la propiocepción, el equilibrio y la coordinación (Nagano et al., 2006, Journal of Electromyography and Kinesiology).

  • Actividades rítmicas de rebote también se asocian a reducción de estrés y liberación de endorfinas.

En el sistema linfático y detox

  • Aunque la evidencia clínica aún es limitada, algunos estudios preliminares muestran que el rebote favorece el flujo linfático y la eliminación de desechos metabólicos (Merritt, 1995).

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