Guía práctica para mejorar tu postura en la oficina y ejercicios útiles

Mantener una postura correcta y realizar ejercicios de estiramiento y movilidad puede marcar una gran diferencia en el bienestar diario.

Ernesto Pérez

Guía práctica para mejorar tu postura en la oficina y ejercicios útiles (Ilustración: iStock)
Guía práctica para mejorar tu postura en la oficina y ejercicios útiles (Ilustración: iStock)

Mejorar la postura en la oficina de trabajo es esencial para prevenir dolores musculares y otros problemas de salud derivados de una mala alineación corporal. Mantener una postura correcta y realizar ejercicios de estiramiento y movilidad puede marcar una gran diferencia en el bienestar diario.

En cualquier caso, a veces la prevención no es suficiente, siendo necesario recurrir al seguro de salud para buscar a los profesionales adecuados en caso de molestias. A modo de prevención, sirva este artículo para conocer hábitos y ejercicios.

Una acción muy beneficiosa para mantener una postura adecuada es cambiar frecuentemente de posición al estar sentado. Permanecer en una misma posición durante largos periodos de tiempo puede generar tensión muscular y molestias en la espalda y el cuello. Es recomendable hacer caminatas breves alrededor de la oficina o la casa para reducir la rigidez y mejorar la circulación sanguínea.

Estiramientos

Los estiramientos suaves también son beneficiosos para aliviar la tensión muscular. Movilizar el cuerpo periódicamente evita la acumulación de estrés en los músculos y contribuye a una postura más relajada. Además, es recomendable evitar cruzar las piernas y hay que mantener los pies en el suelo con los tobillos un poco más adelante de las rodillas. La alineación de los hombros y los codos es otro aspecto clave. Los hombros se mantienen relajados, para evitar que se encorven o que se empujen hacia atrás en exceso. Los codos, por su parte, tienen que permanecer cerca del cuerpo, con una flexión entre 90 y 120 grados. De este modo, se reduce la tensión en los brazos y en la parte superior de la espalda.

Por otro lado, contar con un buen apoyo lumbar es fundamental para la comodidad y la salud postural. En caso de que la silla utilizada no brinde un soporte adecuado para la curva natural de la parte baja de la espalda, se recomienda emplear una almohada u otro tipo de apoyo. Los muslos y las caderas deben estar correctamente apoyados en un asiento bien acolchado y mantenerse en una posición paralela al suelo para garantizar una distribución equitativa del peso corporal.

Dos actividades beneficiosas

Existen ejercicios que pueden complementar estos hábitos posturales y mejorar la movilidad y flexibilidad del cuerpo. Uno de ellos es la rotación de la caja torácica. Para realizar este ejercicio, el usuario se sienta con la espalda recta en una silla o en el suelo con las piernas cruzadas. A continuación, rota la parte superior de la espalda sin arquear la columna, extendiendo el brazo derecho hacia el lado izquierdo del cuerpo y manteniéndolo en paralelo al suelo. Simultáneamente, se mira hacia atrás y a la vez que se mantiene el otro brazo apoyado sobre el regazo. Posteriormente, se cambia de lado lentamente, inspirando al rotar y exhalando al pasar al otro lado.

Otro ejercicio beneficioso es conocido como la postura de la paloma. Para ello, hay que estar sentado en una silla, con el pie izquierdo apoyado en el suelo y el tobillo derecho colocado sobre la rodilla izquierda. Luego, se debe inclinar el torso hacia adelante en dirección a la espinilla y mantener la postura durante cinco segundos. Este ejercicio se repite con el otro lado.