Vida Sana

El cuidado de los pies también empieza en los talones

Unos buenos cuidados naturales y remedios caseros que aseguren una profunda hidratación y eviten las infecciones son claves para prevenir y curar las grietas en los talones.

Redacción Sport Life

5 minutos

El cuidado de los pies también empieza en los talones

Hace unos días os contamos la importancia de cuidar y entrenar nuestros pies, como base fundamental de nuestra postura corporal. En este vídeo de Noe Todea te da la guía indispensable:

Ejercicios para entrenar tus pies

Pero no debemos olvidarnos de los talones, que también son una parte importante del cuerpo y son eje esencial del movimiento. Su estructura anatómica como parte del pie es maravillosa. Sin embargo, muchas personas no cuidan sus pies. De hecho, algunas solo se acuerdan de que tienen pies y talones cuando llega el verano y quieren lucir bien sandalias. Pero cuando aparecen grietas en los talones, la cosa cambia… y queremos cuidarnos.

Unos talones agrietados denotan sequedad, posible infección o deterioro de la piel, producen dolor, picor, sangrado e incluso dificultad para caminar o dormir.

¿Por qué se agrietan los talones?

La experiencia demuestra que muchas personas no cuidan sus pies. No los cuidan ni bien ni mal, directamene no los cuidan, y llevan tanto tiempo con durezas en los talones y en otras partes del pie que, cuando aparecen las primeras grietas en los talones, no son conscientes de tenerlas hasta que duelen, pican o impiden caminar.

  • La piel de los talones, por el contacto con el calzado principalmente, se endurece para proteger el calcáneo, que es el hueso que forma el talón. 
  • Pero ese endurecimiento implica que la piel se va engrosando con el paso del tiempo, se reseca y posteriormente se puede “rajar”: se rompe. Y es entonces cuando se forman grietas.
  • Los talones agrietados duelen, molestan, pican y escuecen. Las grietas pueden sangrar y pueden infectarse con facilidad por microorganismos como bacterias y hongos.

Causas

  1. Calzado: El calzado que utilizamos es una de las causas más habituales, bien porque es muy ajustado o bien porque nos queda grande y el talón se va moviendo al caminar. El tejido interior del calzado puede estar dañando el talón e irritar la piel, de modo que la piel se defiende con inflamación, posteriormente con engrosamiento y de ahí la formación de grietas. 
  2. Caminar descalzos sin un cuidado adecuado de los pies: Caminar descalzos en arena, tierra, o simplemente en casa tiene muchos beneficios, pero hay que tener en cuenta que la piel de nuestros talones se endurece para protegerse y protegernos. Si no la cuidamos, se pueden producir grietas. 
  3. Hábitos inadecuados en casa: He visto muchos casos de personas que, cuando hace calor, hacen la limpieza de los suelos de casa descalzas y exponen sus pies a los productos de limpieza, lo cual es un riesgo, ya que pueden irritar y dañar no solo los talones, sino la piel en general de los pies.
  4. Piel seca: La piel seca, en general, tiene más facilidad para “romperse” y que se formen grietas o erosiones. La piel puede desecarse y dañarse por el frío extremo y/o por falta de cuidado habitual.
  5. Humedad continuada: Aunque parezca contraintuitivo, tener los pies mucho tiempo o continuamente en agua puede eliminar la protección natural de la piel, y ello puede causar irritación y grietas.
  6. Sudor de los pies: Si el sudor se mantiene demasiado tiempo por calzado cerrado o tejidos como medias o calcetines que no transpiran… la piel se inflama, y en los talones pueden aparecer grietas.
  7. Afecciones de la piel: Puede haber como causa subyacente una dermatitis, eccemas, psoriasis y alergia a tintes o tejidos de calzado y de ropa en contacto con los pies.
  8. Sobrepeso: Puesto que los pies, y los talones en concreto, soportan el peso de nuestro cuerpo, las grietas pueden aparecer como consecuencia del sobrepeso.
  9. Envejecimiento: La piel va envejeciendo y en las personas de edad avanzada puede haber más facilidad para sufrir de talones agrietados.
  10. Falta de cuidado: Muchas personas no se cuidan los pies por falta de costumbre o desconocimiento, pero también existe una parte de la población que vive sola y/o por sus condiciones físicas no pueden alcanzarse la planta de los pies y no se los cuidan. Atender a esta necesidad es importante, por parte de los cuidadores y/o solicitando ayuda profesional.

Cuidados caseros para el cuidado de los talones

1º Hidratación de los talones

Si ya tienes grietas en los talones, utiliza una crema o ungüento hidratante en esta zona del pie de 3 a 4 veces al día, especialmente después de bañarte o remojar los pies, recordando la importancia de secarlos bien con un tejido suave y natural. Cuando ya no tengas los talones agrietados, recuerda hidratar y suavizar la piel de tus talones y de todo el pie antes de irte a dormir. 

Utiliza productos que contengan ingredientes emolientes comomanteca de karité, aceite de coco, aceite de caléndula o de manzanilla o glicerina vegetal. Todos ellos suavizan y ayudan a mantener la piel suave e hidratada. La caléndula y la manzanilla, además, tienen propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas.

2º Ablandar y exfoliar las grietas duras

  • Si las grietas o los talones están muy endurecidos, puedes hacer baños de pies durante unos 15 minutos con agua tibia, que no resulte molesta.
  • Puedes añadir sal marina, un poco de vinagre, unas gotas de aceite de caléndula, lavanda, árbol del té o una o dos bolsitas de manzanilla, por sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas.
  • Después del baño de pies, la parte endurecida estará más blanda y se podrá retirar (exfoliar) con suavidad con una lima especial para pies que puedes desinfectar.
  • Aplica la crema hidratante y protectora posteriormente. Si tienes molestias, puedes aplicar la crema y ponerte una gasa encima y después un calcetín de algodón: de este modo, el producto protector se mantiene más tiempo en contacto con la piel

3º Exfoliar los talones

  • Este es un cuidado que se puede realizar cuando te estás duchando, pues el agua ya reblandece la piel de los talones, tengas grietas o no.
  • Si no tienes los talones agrietados, hacer una exfoliación 1 o 2 veces por semana será suficiente y debe ser suave.
  • Si tienes grietas, hazlo como hemos comentado anteriormente. Después de la exfoliación, aplica pomada o un ungüento protector.
  • Para curar grietas profundas, muy endurecidas o que sangran o supuran, o si sientes dolor, pinchazos o simplemente no alcanzas bien a cuidarte los pies, busca ayuda profesional. No lo dejes.

4º Vaselina

Algunas personas utilizan vaselina o glicerina para evitar las grietas de los pies o para cuando las grietas son leves y no hay sangrado ni infección. Es un remedio para talones agrietados muy común y utilizado desde hace tiempo, también de forma preventiva cuando se sabe que se va a caminar o correr mucho, para proteger el pie. Se aplica vaselina o glicerina en los talones y luego se coloca bien el calcetín y el calzado.

  • Tanto la vaselina como la glicerina se pueden encontrar solas o como base de ungüentos o pomadas protectoras para evitar irritaciones. Ahora bien, son compuestos diferentes y conviene conocer las diferencias.
  • La vaselina es una mezcla de hidrocarburos que proviene del petróleo. Hoy día se purifica y es uno de los productos más usados para proteger la piel, no solo de los pies sino también de otras zonas, como los labios, que puedan estar expuestas a sequedad o al clima extremo.
  • La vaselina aísla y previene la pérdida de hidratación o humedad de la piel. Algunas personas prefieren no usarlo debido a su origen.

La glicerina es una grasa (la vaselina no es una grasa) y normalmente es de origen animal, aunque también existe glicerina vegetal. Tiene propiedades emolientes y suavizantes, por lo que protege y alivia las molestias de los talones agrietados. 

  • La glicerina de origen vegetal suele aparecer en el etiquetado como glicerol y proviene de las grasas del aceite de coco o del aceite de palma principalmente.

5º Piedra pómez

La piedra pómez es muy utilizada para exfoliar la piel de los pies y especialmente de los talones, pero debes aplicarla con suavidad y tras haber tenido los pies en remojo, no en seco. Si aprietas demasiado, te puede dañar e irritar.

  • Recuerda lavar muy bien la piedra al menos con agua y jabón una vez utilizada, tanto para retirar los retos de piel muerta como para desinfectarla.

Cuida tanto la piel de tus pies como la del resto del cuerpo. Cuando te pongas crema en el cuerpo después de la ducha no te olvides de tus pies maravillosos, del dorso, planta, dedos y talones. 

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