Tendinitis aquílea: cómo se produce y cómo nos recuperamos de esta lesión

Se trata de una inflamación en la zona donde se unen los músculos del gemelo y sóleo y que por tanto juega una importante función en la carrera. Analizamos cómo se produce y cómo tratar una clásica lesión, la tendinitis aquílea

Miguel Ángel Rabanal

Tendinitis aquílea: cómo se produce y cómo nos recuperamos de esta lesión
Tendinitis aquílea: cómo se produce y cómo nos recuperamos de esta lesión

Es una degeneración e inflamación del tendón de Aquiles, que es la estructura por donde se unen los músculos extensores del tobillo (gemelos y sóleos) al talón del pie en la zona del hueso calcáneo, y es el responsable de que podamos hacer los impulsos necesarios con los tobillos para poder correr. Analizamos las causas y las claves para recuperarnos de una tendinitis aquílea. 

Causas:

- Falta de adaptación del tendón a la carga de trabajo que se le demanda con la carrera al excedernos en el trabajo de series o de cuestas, y aumento en el volumen de kilómetros.

- Mala pisada con pronaciones excesivas que hagan que los puntos de carga del tendón estén mal repartidos.

- Utilización de zapatillas muy ligeras y con poco drop (poca altura del talón respecto a la parte delantera).

- Exceso de tono muscular en los gemelos y sóleos, y acortamiento de los mismos.

Molestias:

Justo por encima del talón en el momento de la extender el pie y al recepcionar con las punteras al correr y hacer saltos.

Complicaciones:

Puede evolucionar a desgarros y roturas que implicarían una operación para unir de nuevo las partes separadas.

Tratamiento:

Descargar la zona de gemelos y sóleos, y restablecer la funcionalidad del tendón mediante técnicas varias por parte del fisioterapeuta.

Tiempo normal de curación:

Entre 3 semanas y 4 meses.

Remedio casero:

Debido a que el tendón es una zona poco vascularizada y se recupera peor que las fibras musculares que están más irrigadas por vasos sanguíneos, podemos hacer una especie de bombeo y descarga que facilite la recuperación, con un sencillo gesto que consistirá en presionar el tendón con los dos pulgares, teniendo abrazado el tobillo con las dos manos. Se presionará fuertemente en ciclos de 10-15 segundos de presión notando más dolor en los primeros segundos, y 10-15 segundos de fricción en las diferentes partes del tendón, repitiendo el ciclo durante unos 3-4 minutos y posteriormente podremos acabar dando un pequeño masaje con cualquier crema antiinflamatoria o la misma que recomendaré para la tendinitis cuadricipital, tanto al levantarnos de la cama como al acostarnos.

Ejercicio recomendado:

Contracción excéntrica en un bordillo, coloca el pie a la altura de los metatarsianos y levanta la pierna contraria para dejar caer el talón del pie apoyado lo más lento posible y posteriormente vuelve a apoyar la pierna que está en el aire para recuperar la posición y repetir de nuevo.

3-4 series de 10 repeticiones 2-3 veces a la semana, recuperando 2 minutos que se aprovechará para estirar los gemelos y sóleos.


Estiramiento recomendado:

Estirar los gemelos y sóleos, colocando los dos pies en el suelo sin levantar los talones y con las rodillas ligeramente dobladas.
30-40 segundos varias veces al día.

Y para los que quieran seguir profundizando en las causas y los posibles tratamientos para volver a la normalidad tras una fascitis plantar, periostitis tibial, tendinitis rotuliana o de la fascia lata... ¡Podéis ampliar toda la información y despejar miedos en la sección de lesiones! Conocer al "enemigo" es el primer paso para recuperar y prevenir.