Presión arterial alta:
El número de recetas para reducir la presión arterial se supera cada año: diuréticos, beta-bloqueantes, antagonistas del calcio, etc. La presión arterial alta debe ser controlada porque es uno de los primeros síntomas de problemas cardiovasculares, pero eso no significa que tengas que tomar una pastilla todos los días. Ahora cuentas con aparatos que te permiten medir los niveles de tensión en casa, hazte con uno si tienes problemas de tensión para conocer los niveles de cada día, comprobar si tu estilo de vida afecta a tu tensión y cambiarlo y anticiparte a las subidas.
Remedios naturales:
Una hora de ejercicio cardiovascular al día y una dieta baja en sodio (sal) y rica en fibra, agua, magnesio y potasio, ayuda a regular la tensión arterial. Un plátano aporta fibra y 500 mg de potasio, y aunque no puede reducir la presión arterial por sí solo, en la mayoría de la gente ayuda a regular el estrés y está más rico y no tiene los efectos secundarios de tomar medicamentos de por vida. El ajo y la cebolla crudos también son hipotensores y mantienen el sistema circulatorio limpio de placas de ateroma. Y las infusiones de tila y espino blanco son otros remedios tradicionales para mantener la tensión arterial.
Estómago delicado:
Hernia de hiato, úlceras gástricas, vómitos, infección por H. pylori, etc. Al estómago delicado le afecta todo: estrés, mala alimentación, insomnio, medicamentos para el dolor, etc. Es muy habitual tomar protectores de la mucosa gástrica, almagato, antiácidos, etc., pero cuando el estómago se acostumbra a tomar bloqueantes del ácido clorhídrico del estómago, se puede producir una proliferación bacteriana en el intestino delgado que pueden llevar a deficiencias de minerales al impedir su absorción y acabar provocando más problemas.
Remedios naturales:
Lo importante es ir a la causa, si hay estrés, es fundamental no encubrirlo con medicamentos y aprender a relajarse de forma natural, con técnicas de respiración, haciendo deporte, durmiendo mejor, etc. Las infusiones de regaliz alivian la inflamación de la mucosa gástrica, la manzanilla y la tila reducen el estrés y son antiinflamatorias. Evita la menta y el poleo porque agudizan la hernia de hiato. Las náuseas y vómitos se alivian con jengibre en infusión o crudo. También es importante identificar si existen problemas de hipersensibilidad o alergia a algunos alimentos. Y por supuesto, algo tan simple como comer masticando despacio y evitar los alimentos que sientan mal, especialmente en los momentos de nervios.