El estudio que demuestra cómo trabajar por turnos afecta a tu salud

Tiene notables efectos sobre tu cerebro pero más aún sobre tu estómago

Yolanda Vázquez Mazariego

El estudio que demuestra cómo trabajar por turnos afecta a tu salud
El estudio que demuestra cómo trabajar por turnos afecta a tu salud

Es mucha la gente que vive a golpe de tablón de horarios con continuos cambio de turno. Muchos de ellos tratan pese a esta vida a saltos de hacer deporte y plantearte retos deportivos.

Un estudio liderado por el Dr. Van Dongen, director del centro de investigación del sueño de la Universidad del Estado de Washington, ha dejado claro las consecuencias que tiene para nuestra salud la imposibilidad de tener unos horarios fijos a lo largo del año.

Van Dongen contó para el estudio con un grupo de 14 voluntarios entre 22 y 34 años a los que separó en 2 grupos con los que trabajó en su laboratorio del suepo. Los primeros pasaron tres días simulando un turno de día, y durmiendo de 10 de la noche a 6 de la mañana, y los otros un turno de noche, durmiendo de 10 de la mañana a 6 de la tarde.

Durante las siguientes 24 horas, se les sacaron muestras de sangre cada 3 horas que sirvieron para medir los niveles de melatonina y cortisol, hormonas que aumentan o disminuyen según el momento de nuestros ciclos circadianos, así como otros compuestos asociados a la actividad digestiva. Los resultados mostraron cuánto pueden desacompasarse los distintos sistemas de nuestro cuerpo, en especial a nuestro intestino ya que si hacer tres turnos de noche seguidos desubicaba el ritmo del cerebro una media de dos horas, pero el digestivo lo hacía en 12 horas.

“Uno de los primeros síntomas que tiene la gente cuando viaja a través de distintas franjas horarias es cierta incomodidad intestinal, y el motivo es que los ciclos digestivos se han desincronizado con el reloj biológico central", explicaba el Dr. Van Dongen. Esto explicaría por qué las personas que trabajan de noche y las que tienen jet lag sufren dolor de estómago y otras molestias estomacales que desaparecen una vez que el cuerpo se ajusta al nuevo horario.