Vivimos en los tiempos de lo inmediato. Si queremos algo lo queremos para ya, mejor dicho, para ayer. Las prisas no suelen ser buenas compañeras y menos cuando tratamos de temas tan importantes como la salud. Si entre tus propósitos de año nuevo se encuentra el de perder peso y reducir esos kg de más que has podido ir acumulando durante las últimas navidades, enhorabuena. El primer paso ya esta dado, ahora toca lo más complicado, cumplir con el plan y ser constantes. El consejo más importante que puedo darte es que no tengas prisa por lograr tus objetivos. Mucha gente comenta que cuando eran más “jóvenes" pesaban 15 kg menos. Eso quiere decir que el peso actual se ha ido acumulando poco a poco al cabo de los años, normalmente muchos años. ¿Por qué después de cada año nuevo nos entran muchas prisas por recuperar el peso de hace 10, 15 o 20 años atrás? O lo que es peor ¿Por qué queremos lograrlo en un par de meses o tres?
Muchas personas, en su afán por perder peso, recurren a una serie de consejos mitificados, que provienen de amigos, del vecino del 5º, del carnicero o del compañero de la oficina, al que le fue estupendamente con sus “trucos". También nos dejamos llevar por esos atractivos consejos publicitarios, en los que la gente pierde peso ¡sin hacer nada! y lamentándolo mucho os tengo que decir que el único secreto es la constancia y no caer en los siguientes errores:
Error número 1: Si sudo adelgazo.
Este mito está muy, pero que muy, extendido. Hay personas que utilizan chubasqueros, prendas de neopreno o incluso se envuelven en film transparente porque piensan que de ese modo sudarán más, y por lo tanto, perderán más peso. Siento deciros que el líquido que perdemos al sudar, es inmediatamente repuesto al organismo cuando bebemos agua. El hacer ejercicio sin beber agua o intentando sudar más de lo normal solo puede causarnos problemas: deshidratación, calambres, golpes de calor, etc. Por no hablar de la pérdida de rendimiento en la realización de actividades deportivas. Si superamos los 60 minutos de actividad sin beber agua, nuestro rendimiento comenzará a descender paulatinamente, al igual que nuestros reflejos, capacidad de reacción, etc. Ya sabes, destierra la idea de que SUDOR = ADELGAZAR. Recordad que el sudor es un proceso de termorregulación necesario en el organismo y que a través del sudor solo perdemos líquidos con sales minerales y no grasa.
Error número 2: Quiero perder peso solo en una zona concreta
Es imposible perder peso en una zona específica del cuerpo. El organismo es un todo que funciona de forma uniforme y no atiende a lo que tu pretendes en cuanto a pérdida de grasa localizada. Tal vez hayas visto anuncios de tv o en internet donde prometen que con una faja o con un sistema determinado podrás perder peso en una zona específica. Puede incluso que lo hayas probado y que hayas notado ciertas mejoras. Por ejemplo, si te has colocado una faja alrededor del abdomen o unos pantalones compresores en las piernas y has notado una reducción de volumen es debido al aumento de la temperatura corporal, que hace que la grasa se movilice y se disperse de diferente manera, pero cuando recuperas la temperatura normal del cuerpo, todo vuelve a estar en su lugar original.
Error número 3: Las dietas “milagro"
Las dietas milagro no existen. Para que una dieta funcione, ¡de verdad!, debe ser equilibrada, debe aportar los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para llevar a cabo nuestras actividades diarias. Es cierto que hay dietas “express" o “milagro" que logran resultados muy positivos en poco tiempo, pero ¿a qué precio? Cuando sigo una dieta hipocalórica, demasiado restrictiva, mi cuerpo pone en funcionamiento el sistema de reserva, utilizando la grasa almacenada para poder obtener energía y de ese modo se logra una pérdida de peso. Esto tiene un problema y se llama efecto rebote. Cuando volvemos a comer “normal" el cuerpo recuerda la época de “hambre" que ha pasado y almacena los nutrientes aportados en forma de grasa para, de ese modo, estar prevenido ante posibles situaciones similares a las ocurridas con la dieta anterior. Para que una dieta funcione, no debe sobrepasar el 25 % entre calorías consumidas y gastadas (a favor de las gastadas) y debes desconfiar de las dietas que te hagan perder más de 5-6 kg al mes.
Error número 4: confiar en el polvo de hadas
Los complementos alimenticios que favorecen la pérdida de peso (pastillas, polvos…) sin dietas, sin ejercicio, sin esfuerzo… solo existen en los cuentos de hadas, por mucho que el marketing y los anuncios nos vendan todas las bondades de esos productos. Es falso. Esas pastillas, muchas de las cuales, afirman ser totalmente naturales, no cuentan con las certificaciones necesarias y de hecho muchas personas las consiguen a través de internet, provenientes de países extranjeros. Estos productos pueden causar un gran número de efectos secundarios. Muchos de estos productos ya han sido prohibidos en España y en la UE. Es cierto que hay una gran gama de productos dietéticos que pueden ayudar a nuestro objetivo. Pero no nos dejemos engañar por aquellas que prometen tanto por tan poco. Lo primero que debes hacer si quieres lograr algún tipo de ayuda extra es consultarlo con tu médico y él/ella siempre te dirá que la clave esta en dieta equilibrada y ejercicio, es simple.
Error número 5: hacer dieta hipocalórica acompañada de largas horas de trabajo aeróbico.
Si estas siguiendo una dieta hipocalórica con entrenamiento de tipo aeróbico durante varias horas a la semana, debes saber que llegará un momento en el que esos dos hechos sumados, harán que tu tejido muscular vaya descendiendo poco a poco, haciendo que también lo haga tu RMB (ritmo metabólico basal) y por lo tanto, tu “maquinaria" quema calorías se verá ralentizada. Además, puede que logres reducir volumen y bajar peso, pero te será más complicado lucir un aspecto tonificado. La mejor manera de perder peso, grasa,… es combinar trabajo aeróbico con trabajo de fuerza. De ese modo, no favorecemos la destrucción de músculo, al contrario. Aumentamos nuestro RMB y hacemos que nuestro organismo consuma más calorías post-entrenamiento.
Error número 6: comer productos dietéticos o adelgazantes
Puede que alguna vez hayas caído en la tentación de consumir productos dietéticos o sin azúcar para favorecer tu proceso de pérdida de peso. Todo esto está muy bien, pero debes saber que muchos de esos productos “light" contienen más hidratos de carbono de lo que piensas. Antes de comprar y consumir cualquiera de esos productos deberías consultar sus valores nutricionales. Esa etiqueta te chivará todo lo que necesitas conocer acerca de un alimento. Si observas que la cantidad de HC es elevada y sin embargo en la etiqueta pone “sin azúcar", puede deberse a que han sustituido el azúcar convencional por fructosa o por algún edulcorante artificial. No te olvides de leer las etiquetas. Más de una persona, se ha volcado consumiendo estos productos y ha podido comprobar que los resultados no eran los esperados. No te dejes engañar.
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