Propiedades nutritivas
La lechuga es un alimento que aporta muy pocas calorías, apenas 17 calorías por 100 g. La mayor parte de su peso es agua, entre un 90 y 95%, las lechugas son una buena fuente de fibra laxante que aumenta la sensación de saciedad, empieza cada comida con una ensalada con base de lechugas para llenarte y no comer de más si quieres cuidar tu peso. La lechuga es una buena fuente de folatos que te ayudan a evitar anemias porque intervienen en la formación de los glóbulos rojos y blancos, también son necesarios para la síntesis de ADN para formar nuevas células, por eso se recomienda tomarlos a las mujeres que desean quedarse embarazadas y a embarazadas que han pasado la toxoplasmosis. Las lechugas también aportan provitamina A o betacaroteno, especialmente las de colores morados y verdes intensos. Y también aportan cantidades apreciables de vitaminas C y E. En cuanto a minerales, las lechugas te aportan potasio, un mineral muy deportivo porque es necesario para la formación y transmisión del impulso nervioso y para la actividad muscular. Y como también aportan magnesio, comer lechugas te ayudará a evitar los calambres musculares. Además el potasio es un diurético natural que te ayuda a eliminar líquidos y a evitar ganar peso por retención de fluidos. Son una fuente de selenio, un mineral antioxidante que te ayuda a mantener las células fuertes y retrasar el envejecimiento. La lechuga romana o española de hoja verde que se cultiva al aire libre es la variedad más rica en vitaminas y minerales, especialmente si se cultiva en primavera en un suelo rico y con un clima templado. Las lechugas más blanquecinas aportan menos cantidad de clorofila, vitaminas C, A y aminoácidos.
Propiedades medicinales
La lechuga es un sedante natural, el tronco de la lechuga contiene un látex rico en lactucina, un anestésico y somnífero que ya utilizaban los romanos para dormir bien después de las grandes cenas y fue origen del lactucarium, un popular somnífero e hipnótico del siglo XIX que se tomaba como sustituto del opio sin provocar la adicción de éste. Si tienes problemas para conciliar el sueño, pon una ensalada de lechuga en tu cena, escoge variedades de tronco más grueso como la romana o los cogollos. Y si quieres algo más fuerte pero natural, entonces haz una decocción de troncos de lechuga cortados que has de poner a hervir en un vaso de agua durante 15 minutos. Se toma caliente antes de ir a dormir. Esta misma decocción se puede utilizar para calmar quemaduras, golpes y en general, cualquier zona dolorida.
En realidad todas las lechugas son de la misma especie la Lactuca sativa, pero se han ido produciendo diferente variedades para el consumo. La lechuga se cultiva en todo el mundo desde hace 2.500 años y ahora se pueden encontrar lechugas durante todo el año. Hay dos variedades principales: las de hoja suelta y las que forman cogollo, además se puede encontrar todo tipo de colores, desde el verde intenso o verde lechuga al rojo y morado. Las variedades blancas se obtienen al tapar los brotes tiernos e impedir que les dé el sol, por lo que no llegan a fabricar clorofila de color verde para realizar la fotosíntesis.
Esta lechuga pertenece a la variedad capitata porque forman cogollos de hojas apretados. La Batavia es de color verde y forma rizos en ondas, su color verde se puede convertir en rojizo en los extremos de las hojas.
Es una lechuga rizada de la variedad intybacea porque sus hojas están sueltas. Es de color morado y sabor amargo y como su nombre indica es de origen italiano.
Es la de toda la vida, es una variedad longuifolia de la lechuga. De color verde e intenso sabor y con el tronco más ancho y firme y las hojas alargadas
Otra variedad capitata, esta es pequeña y redonda con hojas crujientes y grandes, verdes por fuera y más blancas conforme se acercan al tronco.
Son lechugas pequeñitas en forma de pimpollos de color verde intenso. Son muy conocidos los de Tudela.
Hojas onduladas y de tonalidades verdes y moradas. Es una variedad acogollada.
Es una lechuga de hojas grandes y verdes de la variedad capitata porque forma un cogollo de hojas apretadas.
Endibia (Cichorium endivia): Como su nombre científico indica, tampoco es una lechuga sino una achicoria. La endibia se obtiene mediante un cultivo artificial al tapar las raíces de las plantas, y dejar que germine un brote tierno. Además del amarillo pálido, se pueden encontrar variedades de color verde oscuro y de color rojo. Tiene un sabor dulce y crujiente muy refrescante. Algunas variedades tienen un toque amargo. Aporta tan sólo 17 calorías por cada 100 g y su peso en agua es del 94% por lo que son una verdura perfecta para perder peso o mantenerlo. También son una buena fuente de fibra, potasio, magnesio y vitamina A, C y E y folatos. Las hojas de endibia son bastante firmes por lo que puedes utilizarlas como soporte para hacer ensaladas más originales con otros ingredientes como anchoas, quesos, atún, frutos secos, cítricos, etc. (A LA IZQUIERDA EN LA FOTGRAFíA)
Escarola (Cichorium endivia): En realidad no se trata de una lechuga aunque son de la misma familia. La escarola es una variante de la achicoria. Es bastante rizada, de color verde por fuera y con el corazón blanco. Tiene un sabor amargo y picante muy refrescante. Hay variedades de hoja lisa y hoja ancha poco conocidas. También son muy bajas en calorías y ricas en fibra, fuente de potasio y vitaminas C y A. Prueba esta Navidad la ensalada con escarola, naranja y granada aliñadas con aceite de oliva virgen extra. (A LA DERECHA EN LA FOTGRAFíA)
