Este asunto de la conservación de los huevos genera debate:
- por un lado están aquellos que consideran que lo mejor es guardarlos fuera del frigorífico, tal como se hace en los supermercados
- por otro, quienes creen que las temperaturas variables fuera del refrigerador podrían afectar su composición.
Muchos son los referentes de los fogones que comparten consejos a sus seguidores.
En España hay muchos programas dedicados a ello, aunque nunca está de más mirar a fuera. En Reino Unido la estrella es Mary Berry y en esta ocasión ha dado un golpe sobre la mesa para zanjar, de una vez por todas, esta discusión.
La experta repostera comparó los estilos británico y americano de guardar los huevos. Mientras que los primeros lo hacen fuera del frigorífico, los segundos los ponen dentro, algo que Mary defendió:
"Guarda los huevos en su caja en el refrigerador, lejos de alimentos fuertes para que no absorban sabores ni olores a través de la cáscara".
Además, como consejo extra añadió que "si los coloca con la punta hacia abajo, la yema quedará centrada en la clara".
¿Por qué hay que guardarlos de esta forma?
Lo más habitual, salvo algunas excepciones, es usar la "huevera" que viene con la nevera para ponerlos en la puerta. Esto tampoco es correcto, ya que no es un sitio con una temperatura estable.
Al estar abriendo y cerrando la puerta los 4ºC a los que deben estar pueden variar, por lo que las condiciones para su conservación se ven afectadas y podrían echarse a perder de manera prematura.
¿Se pueden congelar los huevos?
La respuesta parece clara, pero la repostera británica afirma que es "perfectamente aceptable" que se congelen en periodos de hasta seis meses, aunque recomienda consumirlos en cuatro meses como mucho.
"Los huevos crudos con cáscara se congelan con mucho éxito y se pueden almacenar hasta seis meses. Si son huevos enteros, bata suavemente para mezclar la yema y la clara; agregue un poco de sal a los huevos para usar en comidas saladas o azúcar para usar en platos dulces", sostiene en su libro Mary Berry 's Ultimate Cookbook.
Los mejores huevos de supermercado
Para saber qué tipo de huevos estás comprando lo único que tienes que hacer es fijarte en su etiqueta. Estos deberían indicar las características principales tanto de los huevos como de las gallinas. Y es que el método de producción es muy importante, ya sea de corral, en gallinero, en jaula u orgánico.
Lo mejor, "siempre que sea posible, es optar huevos orgánicos o de gallinas camperas: no solo es la opción más ética, sino que los mayores estándares de bienestar también producen huevos más sabrosos", explica la británica.
Esta es una sugerencia, pero no una realidad. Estos huevos suelen ser sensiblemente más caros que los otros, por lo que no están pensados para todos los bolsillos. Sin embargo, compres los que compres "elige los que tengan la fecha de caducidad más larga y comprueba que ninguno esté dañado o agrietado".