El jamón serrano es un alimento típico de nuestra cultura que no hay que evitar porque posee unas cualidades nutricionales y organolépticas que le hacen ser un buen alimento ideal en una dieta equilibrada, especialmente para personas con un estilo de vida deportivo y activo.
Proteínas
Es una excelente fuente de proteínas, imprescindibles para el desarrollo muscular necesario en la práctica deportiva. Las proteínas del Jamón Serrano son de una calidad superior a las proteínas de origen vegetal ya que la composición de sus aminoácidos es muy parecida a la composición que finalmente usaremos en la síntesis de nuestras propias proteínas, y contiene todos los aminoácidos esenciales, que el cuerpo no puede sintetizar y que nuestro organismo precisa. Si un adulto sano requiere de 40 a 60 g de proteínas al día, 150 g de Jamón Serrano cubrirían esas necesidades, aportando 45,75 g de proteínas.
Grasas de efecto cardiosaludable
Tiene una baja cantidad de grasa, tan sólo un 4,5%, y ésta proviene mayoritariamente del ácido oleico (el mismo que el del aceite de oliva), conocido por sus efectos cardiosaludables. Este ácido graso insaturado facilita la producción de HDL (el llamado “colesterol bueno”) y reduce el LDL (“el colesterol malo”.)
Vitaminas
El jamón serrano aporta vitaminas del grupo B, necesarias para regular el metabolismo y la producción de energía, especialmente B1 (0,8 mg/100 g), B2 (0,2 mg/100 g) y B3, de la que 100 g de Jamón proporcionan el 24% del CDR (Consumo Diario Recomendado). Por ello, el consumo de Jamón Serrano contribuye a un buen funcionamiento del metabolismo, el sistema nervioso y el cerebro.
Minerales
Destaca por su contenido en minerales como el hierro de tipo “hemo” o el zinc, que contribuyen a facilitar la oxigenación de la sangre necesaria para el metabolismo celular y la recuperación del tono físico. El hierro “hemo” del jamón se caracteriza por su fácil absorción en el organismo (alta biodisponibilidad) en comparación con el hierro de origen vegetal, que tiene una difícil absorción.
Además, es una buena fuente también de otros minerales como el potasio o el fósforo, que ayudan a la recuperación de las sales minerales perdidas durante el ejercicio físico, y también calcio.
Presenta fácil digestibilidad, ya que es pobre en colágeno por su proceso de maduración de la carne y la actuación de proteasas (enzimas que fragmentan a las proteínas en aminoácidos) y nuestro aparato digestivo puede degradar los aminoácidos con mayor facilidad, lo que es interesante cuando hay que realizar ingestas durante el ejercicio físico.
Tan solo recomendarte que si necesitas perder peso, debes eliminar la parte blanca o de grasa del jamón serrano para reducir el aporte calórico y quedarte con un alimento proteíco y saludable que está buenísimo.