Es importante repartir los alimentos en varias comidas al día (durante mucho tiempo se ha defendido que son cinco comidas el número ideal, pero con lo que se va estudiando e investigando podemos afirmar que esto va a depender muchísimo de la persona y sus circunstancias personales).
Es fundamental evitar comer entre horas y es en la cena donde más errores se cometen a la hora de seguir una buena alimentación, pues hay ciertas cosas que no tenemos en cuenta.
Cómo influye cada tipo de cocción
Freír (calor fuerte, aceite, rapidez)
- Aporta mucho calor y densidad.
- Hace que el alimento sea más excitante y pesado para la digestión.
- Bien en climas fríos o personas con mucha carencia de energía, pero por la noche puede sobreestimular y dificultar el descanso.
Cocer en agua (sopa, hervido)
- Suaviza, relaja, hidrata.
- Los caldos largos nutren y calman.
- Ideal para cenas: cremas, sopas ligeras.
Al vapor
- Mantiene el sabor natural y la vitalidad de los alimentos.
- Energía limpia, ligera y digestiva.
- Perfecto en cenas porque no sobrecarga, pero conviene acompañar con un poco de condimento caliente (jengibre, tamari) para no quedarse demasiado frío.
Salteado rápido (saltear en wok, poco aceite, fuego fuerte pero breve)
- Dinámico, vital, conserva frescura y color.
- Aporta calor moderado y ligereza.
- Muy bueno para la cena si se combina con cereales o proteínas suaves.
Estofado suave (cocciones largas a fuego bajo con poco líquido)
- Transforma lo crudo en alimento “pre-digerido”.
- Da calor, arraigo, confort.
- Ideal en otoño-invierno o para personas que necesitan contención.
Crudo (ensaladas, frutas frescas)
- Muy refrescante, hidratante, vibrante.
- Pero por la noche puede enfriar demasiado el estómago y dificultar la digestión.
- Mejor reservarlo para el día, y si se usa en la cena, en pequeñas guarniciones.
Claves para una cena saludable y armoniosa
- Debe ser ligera pero nutritiva, para no sobrecargar la digestión nocturna.
- Equilibrar calor (jengibre, sopas, especias suaves) con frescor (verduras verdes, calabacín).
- Usar cereales integrales en poca cantidad para dar suelo y evitar hambre nocturna.
- Elegir cocciones suaves: cremas, sopas, salteados breves, estofados ligeros.
Ideas de cenas energéticas
Crema de calabaza con jengibre y semillas de girasol
- La calabaza es dulce natural y aporta calma al estómago.
- El jengibre activa el yang, dando calorcito digestivo.
- Las semillas añaden proteína ligera y energía sostenida.
Salteado rápido de verduras verdes con tofu y tamari
- Las verduras verdes nutren el hígado (energía de la primavera, ligereza)
- El tofu es proteína suave, yin, que relaja.
- El tamari (soja fermentada) da el toque salado que equilibra los líquidos.
Sopa miso con alga wakame, cebolla tierna y zanahoria
- El miso aporta calor interno y microbiota feliz.
- La wakame remineraliza (energía del mar, fortalecedora).
- La zanahoria da dulzor natural que estabiliza el bazo.
Tortilla francesa con espinacas y arroz integral
- El huevo nutre la sangre y aporta saciedad sin pesadez.
- El arroz integral da base energética estable, sin picos.
- Las espinacas ayudan a mover la energía suavemente antes de dormir.
Estofado suave de lentejas rojas con comino y calabacín
- Lentejas rojas = proteína vegetal ligera y digestiva.
- El comino evita gases, armoniza la digestión.
- El calabacín refresca y aligera la mezcla.