En España hay más de 390.000 máquinas expendedoras de alimentos y bebidas. Su oferta, su presencia y su cuota de negocio no han dejado de crecer: solo en 2024 el sector del vending alcanzó unos ingresos de 1.375 millones de euros, lo que supone un aumento de casi un 8 % con respecto al año anterior.
Los alimentos y bebidas que ofrecen estas máquinas, más allá de las excepciones, suelen ser poco interesantes desde el punto de vista nutricional (o, directamente, insanos).
Por esta razón, desde el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 se ha anunciado que regulará las máquinas de vending ubicadas en hospitales y residencias de mayores.
El objetivo:
Garantizar que al menos el 80 % de los productos que contengan sean alimentos saludables. Lo detallamos.
Mejorar los alimentos de las máquinas de ‘vending’
- Agua, leche, frutos secos no fritos y bajos en sal, zumos de frutas, fruta, panes y sándwiches integrales o yogures sin azúcar serán, entre otros, los productos mayoritarios en este tipo de máquinas.
Los productos menos saludables solo podrán situarse en las filas de menor visibilidad.
- Las bebidas calientes que se ofrecen en máquinas de venta automática serán dispensadas sin azúcar por defecto, y el usuario podrá añadir una cantidad máxima opcional de 5g.
- Se favorecerá el acceso al agua mediante la implantación de fuentes en las instalaciones que ofrezcan agua potable de forma gratuita.
La medida beneficiará a los personas usuarias de hospitales y residencias tanto públicas como privadas, así como de otros centros de titularidad pública que estarán bajo el paraguas de la normativa como, por ejemplo, un centro de salud o un centro de día.
El próximo Real Decreto de Alimentación Saludable en Hospitales y Residencias sigue los pasos del Real Decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles, aprobado en abril, que garantiza que las comidas en colegios e institutos cumplan con las recomendaciones sanitarias de organismos científicos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Agencia Estatal de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
La ingesta de ultraprocesados se triplica en España
El texto en el que trabaja Consumo, y que cuenta con la colaboración del Ministerio de Sanidad, también retirará los ultraprocesados en los menús que se ofrecen a las niñas, niños y adolescentes ingresados en hospitales. Asimismo, la norma quitará los alimentos ultraprocesados que se sirven en la sección de platos y menús infantiles de las cafeterías y comedores abiertos al público en estos centros.
La medida del Gobierno se enmarca en un escenario de consumo creciente de ultraprocesados. El pasado noviembre, la revista científica The Lancet publicó un análisis y un duro editorial basado en más de un centenar de estudios internacionales alertando de que el consumo de alimentos ultraprocesados se ha convertido en una amenaza creciente para la salud pública.
La investigación asocia su ingesta habitual con un mayor riesgo de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y mortalidad prematura, y señala además el desplazamiento acelerado de patrones dietéticos saludables —incluida la dieta mediterránea— hacia modelos dominados por productos altamente transformados. Según este trabajo, el consumo de ultraprocesados en España se ha triplicado en solo 20 años, pasando del 11 % al 32 %.
Organismos internacionales como la OMS y UNICEF han reiterado su llamamiento urgente a los gobiernos para frenar esta tendencia. Subrayan que la expansión global de los ultraprocesados representa una amenaza sistémica para la salud, la equidad y el bienestar infantil, y reclaman políticas ambiciosas y regulaciones más estrictas que aseguren entornos alimentarios saludables, identificando los hospitales y centros sanitarios, junto con las escuelas, como ámbitos prioritarios para su implantación.
